Simplemente el

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Enamorarme jamás estuvo en mis planes... pero vaya que no me arrepentí de ello.

Jamás me arrepentiría de enamorarme de esos ojos cafés tan parecidos al chocolate, esos labios con un poco de rojizo y rosa, esas pestaña tan perfectas, una sonrisa que podría derretir continentes y una suave y sutil risa, esa piel canela que tanto me volvía loca y esa mirada que podría haberme llevado a perder la cordura.

Lo que pudo ser Donde viven las historias. Descúbrelo ahora