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—¿Por qué no solo te le confiesas y ya? —Preguntó Sakura. —No creo que te rechace, digo, se nota que te trae ganas o algo así.

—¿Tú dices? —Respondió Chaewon mientras pasaba sus dedos por sobre su cabello, largando un suspiro. Llevaba ya tres años sintiendo lo mismo por su compañera de piso, Yunjin. Y mientras más tiempo pasaba la pelinegra sentía que estaba perdiendo la poca cordura que le quedaba. —Si me rechaza sería tan incómodo. —Se cubrió el rostro con ambas manos. —No quiero que se sienta incómoda Sakura. —Sintió como la contraria retiraba sus manos de su rostro y le entregó una de las típicas miradas de Sakura, esa que significaba que todo estaría bien.

—Es hora de que comiences a pensar en ti Chaewon, llevas tres años con la misma excusa. —Tenía razón, la pelinegra se cubrió sus oidos con sus manos, no quería escuchar esta conversación. —Si las cosas se vuelven incómodas tendrán que saber seguir adelante, pero no te quedes callada por eso, ni siquiera sabes cual sería la respuesta de Yunjin, estás asumiendo cosas. — La de pelo rosa rodeó el cuerpo de la menor en un cálido abrazo, para luego tomar su rostro entre sus manos y dejarle un beso en su frente.

Ambas seguían sumidas en tal cálido abrazo que no sintieron como la rubia de la que estaban hablando había entrado al departamento, para cuando ya se habían dado cuenta la alta ya iba en camino a su habitación a paso apresurado.

—Parece que alguien se molestó. —Sakura se puso de pie y tomó sus cosas para luego dirigirse a la menor: —Mejor ve a explicarle y a quitarle el enojo a tu novia, mañana es la cena de navidad y tiene que ir. —La mayor alzó ambas cejas molestando a la pelinegra, quien tenía una visible expresión de confusión.

—No es mi novia, y no tiene de que enojarse. Ya vete Sakura. —Chaewon se levantó del sofá y se acercó hacia la puerta, abriendo esta para que la mayor pudiera salir.

Sakura se puso una mano en el pecho y fingió dolor. —No me trates así Chaewon, te acusaré a tu novia. —Largó una risa al sentir como la contraria la fulminaba con la mirada, indicándole que abandonara el lugar.

Estaba realmente confundida, ¿Yunjin se molestó porque la vio abrazándose con Sakura? ¿O solo tuvo un mal día?

Seguramente sólo tuvo un mal día.

No tendría sentido que se enojara por lo que vio o lo que no vio, no eran nada. Aún así como tenía curiosidad se dirigió al cuarto de la menor, tocando la puerta para que esta la dejara pasar.

—¿Yunjin, me abres por favor? —Preguntó Chaewon, pasaron tres minutos y no recibía ninguna respuesta. —¿Yunjin? —Volvió a tocar la puerta y como esta no estaba con el seguro solo la abrió. —¿Por qué no abrías? Es de mala educación dejar... —Buscaba con la mirada a la rubia y cuando la encontró esta estaba con su clásico pantalón de buzo y en sujetador, se estaba cambiando ropa. —¡Perdón! No fue mi intención. —Dijo mientras se daba media vuelta cubriendo sus ojos. Si, eran compañeras de piso pero no acostumbraban a verse así.

—No te preocupes. ¿Necesitas algo? —Preguntó Yunjin con un tono mucho más serio del que solía utilizar. Chaewon tenía que admitir que aquel tono si se le hizo atractivo, sin embargo, estaba confundida y asustada con tener algo de culpabilidad en el estado anímico de la rubia.

—No, osea venía porque te quería preguntar si estabas bien. Llegaste y te fuiste directo a tu habitación. —Yunjin y Chaewon tenían una buena relación, eran cercanas y usualmente se contaban todo, bueno, casi todo.

—Si estoy bien, solo no te quería interrumpir con tu amiguita. —Molesta, Yunjin comenzó a buscar la parte superior de su pijama, ya que aún seguía en sujetador.

—¿Amiguita? Es Sakura... la conoces Yunjin.

—Si, osea... me refiero a que no quería interrumpir su momento, se veian cercanas. —Decía Yunjin intentando zafar de aquella situación, la rubia sabía que lo que estaba sintiendo eran celos, estaba celosa porque la de pelo rosa podía abrazar a Chaewon con tal cercanía, porque eso es lo que ella quería, abrazar a Chaewon y hacer parecer que sus cuerpos son uno solo. Y aunque Yunjin podría intentarlo sería raro, ya que estas compañeras de piso no acostumbran mucho al contacto físico.

—Somos cercanas Yunjin, somos mejores amigas. —Respondió Chaewon, como si fuera lo más obvio del mundo.

—Claro, si se nota que se muere por ti. —Obvió Yunjin.

—¿Es eso? ¿Estás molesta porque según tú le gusto a Sakura? —Preguntó la pelinegra, alzando una de sus cejas mientras se acercaba peligrosamente a la rubia.

—No me importa.

—Es que no te entiendo Yunjin, si no te conociera diría que me estás haciendo una escena de celos. —Yunjin paró en seco, tragó nerviosa y se dio la vuelta para abrirle la puerta a la pelinegra tal y como esta lo había hecho anteriormente con Sakura. —No me voy a ir, aún no hemos terminado. Mañana es la cena de navidad y yo te quiero ahí, me lo prometiste.

—¿Quién dijo que no iría?

—Porque te conozco, y cuando te molestas inventas excusas para no ir. —Respondió Chaewon mientras tomaba el pomo de la puerta.

—Está bien, lo siento. No sé porque me molesté, supongo que tuve un mal día y ya, me descargué contigo. —Yunjin en un movimiento impulsivo tomó la mano de la pelinegra y la acercó hacia su cuerpo, rodeando este con ambos brazos. La mayor, quien fue tomada por sorpresa, rodeó la cintura desnuda de la rubia durante el abrazo, hundiendo su rostro en el cuello de la menor, rogando para que Yunjin no sintiera como los latidos de su corazón aumentaban su frecuencia. —Si iré a la cena mañana, en serio, sin excusas. —Rió separándose del abrazo.

—Está bien, sabes que si tienes un mal día puedes hablar conmigo. Ahora cambiate ropa, exhibicionista. —Dijo Chaewon mientras finalmente salía de la habitación, más nerviosa y más confundida a comparación de como había entrado. Llevó su mano derecha hacia su pecho y largó un suspiro, dirigiéndose hacia su habitación.

Christmas Kiss. | PurinzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora