Ángel piensa que Aki está actuando muy extraño, lo mira por largos ratos con una mirada tan oscura y al mismo tan distante que a Ángel le da escalofríos. Hasta que un día en el trabajo durante el descanso, le pide que hagan un contrato. Su excusa, e...
Esta historia salió porque Amo el akiAngel y la apariencia de Aki en mi cabeza es de un hombre posesivo y decidido, así como un denonio sexual y caliente con Ángel ✨❤️
(Para mejor experiencia les recomiendo escuchar "Hey Mickey de Baby Tate, la misma que sale en el vídeo al inicio. Escuche la canción mientras escribía esto)
Disfruten ✨❤️
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo I. Soy y seré el único.
Ángel odia y al mismo tiempo ama su cama, aunque si lo piensa mejor, no es la cama en si lo que ama, más bien es el hecho de no hacer nada. Más bien odia tener que pasar sus días y horas libres en esa habitación fría y sin color que le asignen en los dormitorios de salud pública.
Ángel sabe que no son dormitorios, es una prisión para demonios como él que no tienen otro destino más allá que obedecer y trabajar para salud pública.
Pero Ángel considera que esa prisión fría y aburrida es mejor que estar allí sentado junto a sus "compañeros" de trabajo donde todos tomaban alcohol hasta olvidar sus nombres y quitándole la comida que él pensaba tomar con los palillos.
Sus manos eran cortas y su cuerpo era pequeño, a duras penas algunos platillos llegaban frente a él, las mejores porciones se los llevaban los más rápidos y él no era uno de ellos.
—Pero, si por casualidad se te cae una pluma ¿tocarla también quitaría energía vital?
Esta tentado a rodar los ojos ante las preguntas del investigador que está sentado a su lado. Otras de las cosas que le fastidiaba de esas reuniones, es que los humanos y nuevos reclutas parecían ser personajes muy idiotas. Mientras más le niegues o les prohibas algo a los humanos, ellos simplemente ignoran las advertencias y hacen lo contrario.
Era como una pelea interna entre la estupidez y la sensatez humana.
—No y deja de acercarte tanto— responde Ángel de manera fría tomando su vaso de cerveza para tomar un sorbo.
Esta caliente. Sus ojos se deslizan por la mesa, necesita más hielo.
—Lo siento, es que me da curiosidad...
—Hay un dicho que dice: "la curiosidad mató al gato" ¿No has oído hablar de eso? Eres humano, deberías saberlo — Ángel lo mira de reojo notando el color rojizo en las mejillas del investigador.
¿Siempre tendría que pasar por esto cuando llegaban nuevos investigadores a las filas? Ángel nunca comprenderá porque se le pegaban de esa forma a pesar de las advertencias.
—Jajaja Ángel-san eres realmente gracioso —El nombrado sobresalta cuando la mano del investigador golpea y se queda estática en su hombro.
—¡Oye! Te dije que no me toques ¿Quieres morir?— Ángel lo mira enojado.
