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Jueves, 2021 6:23 a.m.
Las mañanas para Axel eran como una medicina, se sentía remediado cuando se despertaba más temprano y comenzaba a hacer algo productivo. Su horario era muy exigente y estaba tan sumergido en este, que a pesar de que no trabaje, se despierta a las cinco de la mañana ya sin nada de sueño; pero esa vez era diferente, no despertaba con algunos de sus miembros de SuperM o EXO al lado roncando y babeando la almohada, más bien fue recibido por el angelical rostro dormido de Jennie. Se pellizcó dos veces en ambos brazos para ver si estaba soñando, pero no era así, lo que estaba viviendo era demasiado real.
Su brazo estaba rodeando su cintura y ella descansaba su cabeza en su pecho, abrazándolo débilmente. Su respiración era tranquila y Axel se preguntaba qué cosas estaba soñando, porque la calma que transmitía en ese momento era tan perfecta y celestial que no se veía merecedor de siquiera verla.
Él alzó su mano para pasarla por el sedoso cabello revoltoso de Jennie y rascó su cabeza tiernamente, no queriendo despertarla en ningún momento, no podía estropear lo que estaba viendo. Titubeó pero lo hizo, dejó un beso en su frente y recostó su mejilla de esta para cerrar los ojos y añorar poder dormir más a su lado, pero no podía, ya cuando se despertaba era imposible volver a dormir. Su calma se vio interrumpida por el sonido de su celular avisando que tenía una llamada, y buscando evitar que esto despertara a Jennie casi se lanzó a tomar su celular pero al final el movimiento brusco la hizo gruñir molesta.
Axel no se movió pensando que cualquier movimiento brusco la haría molestarse más, sintió miedo por unos segundos, pero se relajó cuando ella se dio vuelta abrazando su almohada para continuar durmiendo ya cuando el molesto ruido se fue. Soltó un suspiro desde lo más profundo de su pecho y aún tapando la bocina para que no escuchara nada, salió de la habitación para hablar mejor.
━¿Hola? ━Cerró la puerta sintiendo el frío del piso y caminando hasta la sala de estar. Fue recibido por el reguero que habían hecho la noche anterior Jennie y él, podía oler la mantequilla de las palomitas en el aire y eso lo hizo abrir todas las ventanas. Él era amante de los olores naturales, como el de las flores, así que el olor a comida lo fastidiaba.
━¡Axel! ¿Por qué no me respondías? ¿Y por qué me dices 'Hola' susurrando? ━Se agradeció por no haber gritado y maldecido antes a la persona que lo llamó, y todo porque era su madre la perpetradora de la llamada que casi le busca la muerte a manos de Jennie.
━Mamá, sé que sabes que me despierto a estas horas pero tampoco es para que me llames tan temprano.
━¡No le vas a decir a tu madre a la hora que tiene que llamarte! ¡Y no respondiste mi pregunta!
Él alejó el celular para soltar una maldición y luego se volvió a pegar a su oreja, queriendo salir lo más rápido que podía de esa conversación con su mamá. Lo malo de levantarse temprano era que le daba mucha hambre y no podía hacer el desayuno mientras hablaba con ella, solía ponerse un poco pesada intentando controlar lo que come.
