Prólogo.

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Nota: Advertencia; aclaro que este fic tendrá temas fuertes así que prohibido leerlo si no te animas.
No denunciar el fic.

Ojo: se dará en tender sobre violación a menor más no se entrará en detalles, la historia se basara en adultos y cierta violación.

Se tomará todo esto de una forma sin llegar al mal gusto.





Prólogo.

Dejo de pasearse en el columpio al mirar el sol, ocultarse a la lejanía, debería de volver a casa, pero en su interior no era difícil de adivinar que su madre ni siquiera se daría cuenta de su llegada, su estómago gruño… a su mente llegó la pregunta de cuando había sido la última vez que había comido… la respuesta ayer por la tarde una señora le había regalado un pan.

Hoy no había tenido tanta suerte, miró sus tenis desgastados y rotos, el invierno comenzaría pronto, esperaba no enfermarse demasiado como el año pasado… tal vez podría buscar algún que hacer para obtener dinero y comprarse unos nuevos zapatos en las tiendas de segunda, algo que lo abrigará bien, sus pasos resonaron camino a casa, la basura, los grafitis, las casas arruinadas le daban la bienvenida como siempre lo hacían, cuando tenía 5 años no comprendía del todo su mente que aquello estaba mal, hasta los 8 años entendió que él vivía en lo más bajo de los suburbios, dónde eras peor que una rata.

Su pequeña casa le dio la bienvenida, lo sucia y descuidada y el mal olor, a lo que estaba acostumbrado, lo abrazaron en un toque de bienvenida, abrió la puerta observando el pasillo lleno de botellas y desechos.

—¿Mūqīn*?— Murmuró buscándola
El quejido de alguien lo hizo entrar a la sala, su madre estaba acostada en suelo, parecía que estaba más consiente que ayer, el día de ayer no había podido despertarla causando en el temor a que allá muerto, pero se tranquilizó cuando la veía moverse entre sueños o respirar.

—Cállate, me duele la cabeza.

Se sentó frente a ella aguardado a su madre, esta descubrió su rostro mirándolo con enojo.

—¿Qué quieres?
—Yo… tengo hambre…
—¿Hambre, que acaso no hay algo en la cocina y dejes de molestar?
—No lo hay Mūqīn…
—Deja de llamarme así.

Cerro los ojos cuando sintió la botella que se estrelló aún lado de él, bajo la cabeza, levantándose.

—Lamento haberte hecho enojar.
—Eres una molestia, no sé por qué no te deje cuando tuve oportunidad, por ti mi vida es una porquería si no hubieras nacido nada de esto estuviera pasando.
—Mu… Señora…
—Lárgate y consigue algo de comer, no me molestes a mí.
—Si….

Salió del lugar, escucho un llanto que lo hizo dirigirse a una habitación, abrió la puerta, encontrase con su pequeña hermanita que lloraba por atención, la cargo, aun a pesar de su corta edad, tenía que cambiarle el pañal y conseguir leche para ella… comprendió que no comería nada aquel día, su hermanita de 6 meses era la que importaba ahora.

—¡Calla a esa mocosa Idiota!
—Si…

Cambio con cuidado a la pequeña sonriendo mientras la calmaba del llanto, la acomodo en su espalda en el pequeño canguro colocándolo en su espalda para salir por la puerta de salida, se preguntó que debía de hacer ahora, no podía pedir prestado a la vecina anciana, ya le debía mucho dinero y está comenzaba a no querer presentarle dinero, al hombre de la tienda… un escalofrío recorrió su espalda… ese hombre siempre le decía que él le daría las cosas que quisiera siempre y cuando se portará bien con él y no dijera nada… Negó, no iría con ese hombre.

Amor y Traición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora