Capítulo XIX

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El tiempo no se detiene y uno debe tener cuidado hacia donde pone la mirada, muchas cosas pueden quedar fuera de su alcance. Mientras se preparaba el ataque a las islas del Sur estos habían llegado a Dumbroch. El príncipe de las Islas del Sur caminaba por el pueblo, todos los miraban extrañados. Hans prefirió mirar hacia adelante, ignorando las miradas de todos. 

-- Buenas tardes su majestad. -- dijo Hans mientras se arrodillaba. 

-- Bienvenido príncipe, bueno, debemos terminar esto. -- Hans asintió mientras se levantaba.


Hans asintió caminando a un lado de la reina. Llegaron al castillo cuando ella se dio vuelta. 

-- Que sucede?

-- Tenemos un mal presentimiento. -- dijo el príncipe con preocupación.

-- De que habla?

-- Tememos que el quinto elemento venga por nosotros. Queríamos pedirles ayuda con armamento. -- mencionó Hans

-- No será fácil. Las ballestas no son ligeras. 

--Lo sabemos, por eso vinimos cuanto antes. 

-- De acuerdo. Entonces venga conmigo, debemos negociar el precio. 

-- Si su majestad. -- dijo 


Ambos rodeados de guardias para la reina entraron al castillo. Siguieron caminando hasta la oficina, la reina tomó su posición mientras el resto se sentaba del otro lado del escritorio. 

-- Estamos llevando 6 ballestas hacia las islas del Sur, en conjunto de 400 municiones. -- dijo la reina Mérida. Hans asintió-- Serían 7000 monedas de oro.  

-- El oro no lo tenemos a la mano, pero en cuanto lleguemos a las Islas se lo entregaremos.

-- No podemos hacer eso... No hay garantía de que paguen. 

-- Su majestad, no trajimos el oro por el peso. Pero esta en las Islas del Sur, es cuestión de llegar con las ballestas. 

-- Y que haremos si no nos pagan. No llevamos ni un año como aliados, aun no tienen nuestra confianza.

--Por favor! -- grito desesperado--, necesitamos ese armamento. Ella puede venir en cualquier momento. 

-- La respuesta es negativa. 

-- Su majes... 

-- Si no trajeron el oro será mejor que se retiren. --dijo la reina molesta. Hans tomó aire

-- De acuerdo. Me retiro, solo le diré una cosa. -- dijo Hans con seriedad

-- No aceptaré chantajes ni amenazas. -- dijo molesta 

-- No es por nosotros, es por todos. Si no trabajamos juntos la quinto nos matará a todos. 

-- No es la gran cosa. Podremos contra ella. 

--Como diga su majestad. -- dijo Hans-- Me retiro.


Hans salió del castillo. Caminando preocupado hacia el puerto, debía darse prisa para traer el oro y poder proteger su reino. 


-- Elsa!!!...


Antes que sea demasiado tarde. 

-- Crees que sea buena idea dejarlos solos? -- preguntó su novio. 

-- No tienen para pagarnos. 

--Se supone que estamos en proceso de alianza Mérida. 

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⏰ Última actualización: Mar 18, 2023 ⏰

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