Andres es un chico de 19 años que busca la manera de conseguir las pastillas para su madre y ara todo para lograrlo.
Ari es un empresario millonario de 27 años que hasta ahora no encuentro su otra mitad.
Un encuentro amoroso será el inicio de una he...
El ambiente de aquella sala era espectacular, Ari estaba en el sofá sentado mientras yo estaba a al frente de su gran verga, lo dos estábamos totalmente desnudos, a punto de yo darle un sexo oral.
─te ves exitante al frente de mi polla, mi amor~
─Pues si eso te exita no as visto nada.
─Que tal si tú linda boquita deja de hablar para mejor meter mi polla dentro de ella.
─Sera un placer.
Con eso agarré el miembro de Ari para meterlo a mi boca, pude ver qué le gustaba por sus expresiones, daba embestidas con mi boca metiendo y sacando su pene de me boca, su miembro era algo grande así que de vez en cuando me atoraba con él llegando así hasta mi garganta.
─Nhg~ Andy~ C-Como es que eres tan bueno en esto~ Ah~
El me agarró de mis cabellos para controlar las embestidas que daba con mi boca, sus expresiones valían oro, estaba con los ojos cerrados mientras miraba dando más rápido las estocadas con mi boca.
Luego se unos cuantos minutos más, se vino en mi boca, su espesó semen hizo que me atorá un poco.
─Mmn~ eres genial dando una felación, mi amor~
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Estaba en cuatro encima del sofá mientras que Ari estaba de rodillas atrás mío rodando su gran verga en mi entrada.
─A-Ari~ Nhg~
─Dime, dulzura~
─Entra ya~ Mmn~
─Aww, el pequeño está desesperado de que su novio le rompa el culo?~
─No tienes idea de cuánto lo ansió~
─Okey, tus deseos son órdenes, mi amor~
Ari con solo terminar su frase metió su pene en mi entrada llegando hasta mi más profundo de mi con sola una estocada, eso hizo que yo me estremeciera de dolor y placer a la vez que solté un gemido algo agudo.
─AHh~ MMn~
─Te llegó muy adentro, cariño?~
─AH~ S-Si~ No te muevas aún~ Nhg~
─Lo que tú digas, mi amor~
Pasaron alrededor de 2min para que me acostumbré a su miembro, yo no sentia dolor era puro placer, para darle una señal a Ari de que ya se podía mover traté de autopenetrarme.
─Veo que ya estás listo, querido~
Con eso Ari comenzó a darme embestidas algo rápidas, no me quejaba porque me gustaba totalmente, era el mismísimo paraíso, su gran verga partiendome el culo era lo mejor de este mundo, pero sin embargo no era suficiente placer para mí.
