Andres es un chico de 19 años que busca la manera de conseguir las pastillas para su madre y ara todo para lograrlo.
Ari es un empresario millonario de 27 años que hasta ahora no encuentro su otra mitad.
Un encuentro amoroso será el inicio de una he...
Ya avían pasado 4 años, mi relación con Andres era la mejor, el me ayudaba en todo, era muy generoso y lindo, sin duda el novio perfecto, cuando mi familia lo conocio se lo tomaron muy bien, aceptaron nuestra relación y hicieron que Andres también trabajará conmigo, el a hecho buenas inversiones a nuestra empresa al punto de ser la mejor empresa multimillonaria de todo el país, los dos nos volvimos la pareja más popular de el país, algunos nos apoyaban, pero otros mostraban odio hacia nuestra relación por se personas de nuestro mismo sexo, pero nos valía una verga lo que digan los demás, nosotros éramos felices y eso era lo único que importaba.
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Esta en mi oficina viendo al hombre más hermoso del pinche mundo, sin duda es un amor de pareja, se veía tan excitante verlo trabajar, era muy guapo a mi parecer.
─Oye, amor, que tanto me miras?
─Estoy apreciando la belleza de mi hermoso novio.
─Uy, de pronto tan romántico, eh Romeo?
─Solo digo la verdad.
─Te haz mirado a ti?, eres un dios griego, una escultura bien hecha, la perfección en persona, ve aquí mi amor y besame dulzura.
Me pare de mi asiento y fui a dónde Ari, no era tan lejos es más estaba a unos metros de mi porque estábamos en la misma oficina, fui con Ari y me senté en su regaso para comenzarlo a besar tranquilamente, nuestro beso se convirtió en una pequeña guerra de lenguas la cual Ari ganó, nos separamos por falta de aire y un puente se saliva estaba entre nuestras dos bocas.
─Estoy tan feliz de tenerte conmigo, te amo.
─Yo te amo más, mi niño.
Ari agarró mi cintura para acercarme más a él mientras que yo ponía mis brazos sobre sus hombros para darle un cálido abrazo.
Estuvimos unos cuantos minutos así el me daba algunos piropos mientras me mesía con la silla mientras que mi cabeza estaba en su hombro, me relajaba mucho su compañía, pusimos estar así un buen rato si no entrará uno de las secretarias a buscarnos.
─Disculpe la molestia, Sr.Ari y joven Andres, pero an venido a buscarlos unos chicos con el nombre de Denisse y Robert.
─Uh, déjalos pasar a mi oficina y traemos un café tibio, porfavor.
─Claro, jefe.
Dicho esto la señorita secretaria se retiro dejando solos otra vez a la pareja.
─Mi amor, mis hermanos an venido a visitarnos.
─Si lo sé.
─Tendras que sentarte en tu escritorio o en el sofá que está aquí, o quieres que nos vean así?
─Y que si nos ven así?, en fin de cuentas ya saben que somos pareja, además el día que viajamos a ecuador a conocer a tus padres, nos escucharon cojer, así no hay secretos entre ellos y nosotros.
