CARRERA

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Mis piernas arden y los pulmones me duelen.
Sigo de frente y no me detengo.
Corro lo más fuerte que puedo.
Aún que sé que mi cuerpo no resistirá por más tiempo.
"¡No te rindas ahora!"
Me repito constantemente.
Estoy cerca, pero no veo la meta.
Giró y lo que veo me asusta.
Corro más deprisa.
Tengo que llegar.
La incertidumbre me pisa los talones.

Estoy exhausta.
No puedo más.
Mis piernas comienzan a ceder.
"¡No te detengas!"
He corrido una vida entera pero la meta aún no es visible.
¿Dónde estás?
¿Existes de verdad?

Me detengo.
Caigo al piso.
La adrenalina sale de mi cuerpo.
Me permito respira por fin.
Volteó y la incertidumbre esta ahí pero ya no avanza.
No hay nada que temer.
Ya no hay prisa.

Ya no hay prisa

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Un mar de lamentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora