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Besitos

Aquel día tan esperado por todos, pero menos por Kunikuzushi había llegado. 

El día de la actuación llegó y todos estaban listos para aquella ''gran'' presentación.

Los niños y las niñas que no quedaron como los papeles principales, les tocó vestirse de animales, flores y árboles. 

Como en el caso de Scara, al que le tocó ser un lindo conejo. Aunque él no estaba nada de acuerdo con ello, tenía que aceptar su realidad.

En los ensayos, Kazuha nunca le daba el beso en la mejilla a Ayaka, por más que la profesora se lo pedía. Según el pequeño, estaba guardando el beso para la presentación.

Aquello era una razón por la cuál Scara no quería que llegase este día.

Salieron al patio en fila todos los pequeños se pusieron en sus posiciones.

Los árboles quietos a un lado, las flores igual, los animalitos saltando y caminando, y los personajes principales en sus escenas.

Las mamás de los niños presentes estaban sentadas en las pequeñas bancas, grabando con sus celulares a sus hijos. Aunque algunos sólo fueran árboles inmóviles, ellas derramaban lágrimas de orgullo.

Todo el acto transcurrió muy bien. Kunikuzushi hacía su papel de conejo sentado en cuclillas "comiendo" la zanahoria de juguete que su mamá le había dado para darle más vida a su personaje. Claro que, él nunca desviaba la mirada de su Kazuha.

Blancanieves mordió la manzana envenenada y cayó al suelo, dormida. 

Scara río bajito porque al fin veía a Ayaka quieta.

Siguió el acto y se acercó a ella, cómo los demás niños vestidos de animales, y la rodearon.

Comenzaron a hacer ruidos tristes, ya que se suponía que debían estar así porque Blancanieves esta ''muerta''. 

Kunikuzushi en realidad si sollozaba, pero no por Blancanieves, sino porque sabía que la escena la cuál le partiría su corazoncito, se acercaba.

—¡Blancanieves! —dijo fuertemente el pequeño príncipe Kazuha, acercándose a donde Ayaka yacía echada —.

Las mamás sentadas sólo atinaban a decir ''aw''.

Los animalitos se alejaron un poco de Ayaka, para que así se pudiera ver más a Kazuha y a ésta.

Kunikuzushi solo tenía un puchero, rogando mentalmente para que Kazuha no le diera el beso a Ayaka.

El albino dijo sus últimas líneas y con una cara de incomodidad se acercó a la mejilla de Ayaka y plantó un beso en ella, haciendo que las mamás soltarán soniditos de ternura.

Kunikuzushi estaba boquiabierto, sintiendo sus ojos picar.

Blancanieves abrió los ojos y sonrió, para luego levantarse y abrazar a Kazuha dejando besos en sus mejillas. Él sólo se alejaba, disimuladamente.

Todos los personajes secundarios gritaron de alegría, menos Kunikuzushi, quien seguía con un puchero. 

Se levantaron de donde estaban e hicieron una fila para luego soltar un ''gracias''  haciendo una pequeña reverencia para ir con sus madres.

Kunikuzushi fue corriendo donde su mamá y la abrazó fuertemente, tratando de no llorar. Ésta sólo le decía que hizo muy buen trabajo.

El pequeño se separó de ella y a lo lejos pudo apreciar a Kazuha tomado de la mano con Ayaka, mientras sus mamás les tomaban fotos.

No pudo aguantar más y lloró, tapando su rostro mientras se dirigía a su aula.

Kazuha pudo lograr verlo, y soltó la mano de Ayaka, diciéndole a su mamá que debía ir al baño.

Kunikuzushi entró al pequeño salón y se sentó en su mesita, mientras escondía su cabeza entre sus brazos soltando ruidosos sollozos mientras sorbía su naricita.

— ¿Kuni? — . preguntó una voz bastante conocida para el mencionado.

Kunikuzushi se hizo bolita en su asiento, tratando de esconderse.

— N-no está aquí — respondió, causando una risita por parte de Kazuha.

— ¿Por qué lloras? — preguntó Kazuha, sobando la espalda del contrario, quién ya estaba bien acomodado.

— Es que, es que, — hipó — tú no me quieres, t-tú quieres — suspiró agotado — T-tú quieres a Ayaka.

Kazuha frunció el ceño levemente — Yo te quiero a ti antes que a ella. 

— P-pero, a ella le diste un besito — dijo Kunikuzushi volteando a ver a Kazuha, mientras señalaba su mejilla.

— A ti también te puedo darte. No sólo uno, ¡m-muchos besito! — Kazuha se acercó al de cabello indigo, dejando varios besos en su mejilla, haciendo que éste se sonrojara.

— A-aparte — Kazuha tomó entre sus mano las carita de Kuni, formando un mohín en sus labios — Mamá dijo que esto sólo se hace con la personas que quieles mucho, entonces lo haré contigo, porque te quiero muchito. 

Kazuha cerró los ojos y se acercó a los labios de Kunikuzushi, y juntó los suyos con los del indigo, quién ahora parecía un tomate andante.

Kazuha se separó y abrió los ojos, para luego formar su hermosa sonrisa, mientras abrazaba a Kunikuzushi, quien seguía como un tomate.

—En el cuento, el príncipe no besa a un conejito, pero hoy lo cambiamos, ¿oki? —dijo Kazuha mientras se movía de lado a lado, aún abrazado a Kunikuzushi.

—Kazuha, también te quiero muchito —respondió Kunikuzushi abrazando más fuerte al contrario para que así supiera cuanto lo quería, sin importar su corta edad.

🍎! Blancanieves - KazuscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora