Lauren POV
Todo el mundo tiene sueños húmedos y yo no iba a se la excepción, pero este sueño era diferente, se sentía muy real, tan real que estaba a punto de correrme. En mi sueño alguien me estaba haciendo una mamada, una muy buena, usaba tanto lengua como dientes y tenía una garganta muy profunda.
De pronto la realidad me golpeó la cara... no estaba soñando. Intente levantarme para ver quién se estaba divirtiendo con mi polla, pero unas manos me sujetaron de la cadera y me impidieron levantarme. No podía ver nada y con las persianas bajas no sabía si era de día o de noche.
Dejó de chuparme y se puso a horcajadas sobre mi... estaba desnuda,podía notar su humedad empapando mi polla.
-Buenos días Lauren, me levante con hambre, pero no me apetecía bajar a la cocina a desayunar.- Ahora todo encajaba era Camila.
-Dios Camila, me has asustado, no sabia que eras tú.
-¿Quien iba a ser sino?
-Yo que sé.- Dije algo confusa-. Solo estoy algo desorientada, me acabo delevantar con tu boca entre las piernas, es normal que este algo despistada.- Me quede unos segundos pensando-.¿Vos no estabas
enojada?Camz se había enojado conmigo porque anoche cuando me pidió que le quitara la virginidad le dije que necesitaba pensarlo.
-Anoche estuve pensando y llegué a la conclusión de que me enoje injustamente contigo, estás en todo tu derecho de no querer acostarte conmigo, más teniendo en cuenta todas las ofertas que tienes.
Me incorpore, Camz gimió cuando mi polla rozo su clítoris ya que seguía encima mío.
-Camz no te dije que no quisiera hacerlo, sino que debía pensarlo. No tiene nada que ver con otras mujeres, ya no me interesa ninguna otra mujer. El día en que mi hiciste la primera mamada supe que eres la única mujer que quiero en mi vida ¿Ok?- Asintió-. Amor, solo quiero que lo pienses bien, es tu primera vez y tienes quince años, no quiero que dentro de unos años te arrepientas de haberme entregado tu virginidad, nunca me lo perdonaría.
-Te lo dije ayer y te lo digo hoy. Quiero que tu seas la primera, y espero que también la última.- Mi corazón se inflaba en mi pecho cada vez que decía algo así.
-Esta bien, si estas segura lo haremos.
Camz dio un grito de alegría y comenzó a dar saltitos sobre mí, evidentemente eso se sintió jodidamente bien.
-Pero no ahora.- Dije-. Déjame al menos prepararte algo especial.
-Vale, pero déjame agradecerte.- Se levanto y se puso entre mis piernas-. Ademas aun no he desayunado.- Lamió toda la extensión de mi polla y metió la lengua en el hueco de la puntita recogiendo un poco de líquido
preseminal.-Creo que podría acostumbrarme a despertar así todos los días, esa boquita tuya hace milagros nena.
En un momento mi glande estaba en el fondo de su garganta y me hizo una seña para que me moviera, así que empecé a follarme su boca. Sin prisa pero sin pausa. A esta altura me podría haber corrido ya más de dos veces, pero estaba disfrutando mucho como para dejar que terminara ya.
Si hay algo por lo que las mujeres me recordaban después de haber tenido sexo con ellas era por mi aguante, podía hacer que se corrieran varias veces antes de que yo llegara al orgasmo. Pero en esta ocasión fue distinto, Camila me hacía correrme mas rápido de lo normal, note que ya no podía aguantar así que se lo dije.
-Amor, estoy a punto de correrme, si no quieres tragarlo sabes que no es necesario, no quiero que te veas obligada a tragarlo cada vez que lo hacemos.
Saco mi polla de su boca solo para decirme.