Capítulo 5

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Jeff

- No me vengan con sus caritas de cachorritas, que no les voy a decir nada. Les digo mientras trato de evitar sus miradas.

- Ahí no seas así Jefesito, - Si, vamos, no seas malo. Me dicen las gemelitas con voz dulce.

- Ustedes con esas voz me dan escalofríos. Digo y no puedo evitar reírme.

- ¿Nosotras? Pero si somos unas angelitas de Dios que vinimos a bendecir tu vida. Dicen con sus caritas de inocentes.

- Claro, claro,pero si de ángel no tienen nada jajajaja. No puedo evitar reírme con más fuerza.

- Nos sentimos ofendidas. Dicen poniendo sus caras de disgusto.

- Jajaja. Sigo riendo por sus caras que ponen, es que están gracioso cuando ellas se ponen así.

- ¡Ya dinos!, Please. Dicen lo primero intrigada y lo último con una voz más suave.

- Ok, ok, ustedes ganan se los voy a decir. Digo mientras me incorporo de tanto reír.

- Yeiiii. Gritan las gemelas pareciendo niñas pequeñas. No puedo evitar sonreír con ternura a cuya emoción.

- Bueno lo que le dije a su queridísima directora. Ellas ruedan los ojos a escuchar esa frase. - Que si aprecia su rango de directora que no se vuelva a meter con los Death, ya que son una llamada puedo hacer que las despidan y que nunca vuelva a trabajar.

- Wow eres increíble. Dice Ema con una sonrisa.

- Tienes razón, si tú con solo llamar a tu papá la despiden, ¿Para que nos molestamos? Jajaja. Dice Ela mientras se ríe.

- Si, los Death no somos una familia con quiénes los demás querrán meterse jajaja. Digo mientras nos reímos todos juntos.

Rin, Rin, Rin.

Se escucha el sonido de un teléfono.

- Jeff, ¿No vas a contestar?. Pregunta Ela con su sonrisa todavía en la cara.

- ¿ Eh si? Si, ya voy. Digo mientras veo de quién es la llamada.

Mientras veo de que es del trabajo me paro del sofá y me alejo un poco para poder contestar.

- Espero que sea importante. Digo con voz enojada y fría.

- Perdón jefe, pero tenemos un problema, usted sabe con el plan.

( No puede ser, solo les dije que siguiera un simple fan y ya hay un problema)

- ¿Ahora que pasó? Digo con un tono más molesto.

- ¿Cree que pueda venir ahora a la base? Es que no se lo puedo decir por teléfono.

( Lo que me faltaba que me dañaran mi noche)

- Voy de camino y no hagan nada hasta que llegue.

- Entendido jefe.

Cuelgo la llamada.

( Ash lo que me faltaba, trabajar con idiotas, que forma de arruinar la noche).

- ¿Que pasa y esa cara, está todo bien?. Pregunta Ela preocupada.

- Si estoy bien, solo que me llamaron del trabajo y tengo que irme.

- Pero si hoy lo tienes libres además es noches de nachos. Dice Ema con cara triste.

- Lo sé, perdón chicas, pero me tengo que ir, les prometo que después las recompensó. Digo recogiendo mis cosas para irme.

- Está bien, que te valla bien, cuídate. Dicen con voz apagadas y tristes.

Me dirijo a la puerta, pero antes de irme les digo - pórtense bien y no quemen la casa. Digo con una sonrisa divertido, a los que ellas se ríen ofendidas.

Me dirijo a mi auto, lo enciendo mientras pienso ( que forma de dañar la noche).

Llego al destino, un restaurante de estrellas Michelin, todo lugar tiene secretos y este restaurante no es la decepción, a veces en la tarde trabajo aquí, pero en las noches, me dirijo al sótano la zona VIP, donde más miedo les das a las pobres víctimas que sus vidas terminan aquí o simplemente les doy una tortura que desean su muerte a la primera, admiro que me divierte sus caras de sufrimiento con desesperación, es una sensación de Anti estrés y felicidad juntas, es una sensación increíble, admito que me divierto mucho y no puedo parar de reír mientras los torturas o simplemente los matos.

- Jefe

- Informa, ¿ Qué es tan importante para dañarme la noche?

- Losiento Jefe, pero....

- ¿Pero que? Digo molesto mientras levanto una ceja.

- Él... escapó.

- ¡Lo que me faltaba! Digo mientras pongo mis dos manos en la cara.

-! ¿ Y que esperas para buscarlos?!¡¿ Una invitación?!!

- Si, jefe.

- Y es mejor que me lo traigan vivo, voy a divertirme mucho con él. Digo con una sonrisa llena de furia.

( Por eso odio los lunes, nada bueno pasan los lunes)

- Me largo, no me llamen hasta que lo encuentren, si es aprecian sus vidas.

Llego a mi casa, tomo una ducha y me tumbó en la cama mientras escucho música para despejar un poco la mente y me pongo hacer tareas de la universidad para mañana, no me gusta escuchar a los profesores reprochando me aunque nunca les presto atención pero no estoy de humor para escuchar quejas de nadie.

Y así se acaba un día largo, espero que encuentren pronto a ese idiota que toda la furia que tengo me la voy a desquitar con él, va hacer una tortura muy divertida y satisfactoria.

Diario de una Psicópata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora