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Payton Moormeier.

¿Comprendéis ese sentimiento de arrepentimiento al saber que la persona que os atrae no es una muy buena influencia?

Espero que sí, porque si no, nunca me comprenderéis a mí.

Payton Moormeier, Payton Jay Moormeier.
¿Cuántas historias imaginarias me habré inventado por las noches con ese nombre?, muchas.

El irritante grito de las personas de mi clase interrumpen mis interesantes pensamientos. Payton se estaba peleando con alguien durante el partido de fútbol americano.

Suena muy jodidamente a cliché, pero sí, Payton es el capitán de fútbol americano, y yo, la típica enamorada.

Pero Payton no era el capitán de fútbol que salía en las películas que veías con nueve años en el salón de tu casa, donde tiene a medio instituto detrás, fuma, bebe, cada día está con una chica diferente..., de echo, a Payton nunca se le ha visto pegado a una chica, en realidad, no se le ha visto pegado a nadie, ya que no tiene amigos, no es porque lo desprecien, muchas veces he visto a los demás integrantes del equipo intentar hablar y relacionarse con él, pero el simplemente hace gestos secos hacia ellos y los ignora completamente.

Como si de ciertos aires de superioridad de tratase.

Lo que a mí me sorprende mucho, es que las muy pocas veces que he interactuado con el, porque sí, ¡He hablado con el!, me ha tratado de una manera normal, es decir, ni borde ni amigable.

No esque me crea alguien importante o algo por el estilo, pero muchas veces he cazado la mirada de Payton sobre mi durante algunas clases que compartíamos juntos.

Otro gritos que llegaban por todas partes del estadio volvieron a estremecerme.

Y cuando me quise dar cuenta, el equipo contrario y el grupo de nuestro instituto estaban peleándose en medio del campo. Y creo que la razón era por Pay, porque el estaba en medio del conjunto de chicos gritandose con el otro capitán del equipo mientras que los árbitros y entrenadores intentaban sujetarlos.

Como yo estaba en primera fila, observé al capitán de la escuela contraria alejarse del grupito con su entrenador, y mis orejas atentas escucharon.

-¿¡Este chico es gilipollas, quien cojones se cree?! -Exclamó el adolescente.

-¿A quién has llamado gilipollas?, repítelo, venga. - Se acercó encarandose Payton, el cual parece siempre tener ganas de pelear.

Tras minutos, al final la discusión acabó con el capitán de nuestro equipo con una tarjeta roja.

Y lo agradezco, porque el banquillo de nuestro equipo esta un poco más a la derecha de donde yo me encuentro y eso hace que pueda ver a los jugadores casi a la perfección.

20 : 42 p.m.

Ya no queda casi nadie en las gradas, excepto yo y los jugadores.

Yo siempre me quedo ahí un rato extra para ver más de cerca a Payton.

Pero este parecía no salir del vestuario, así que decidí irme, no quería lucir como una acosadora ahí sola en medio de las gradas.

Me faltaban unas tres o cuatro calles para llegar a casa, cuando noto pasos a unos pocos metros de mí.

Y desgraciadamente, como todo instinto que debe tener una mujer a día de hoy, aceleré el paso mientras sentía como mi cuerpo se tensaba un poco.

Los pasos todavía estaban presentes detrás de mí, y mi miedo iba aumentado rápidamente, así que aceleré el paso aún más.

Pero los pasos también aceleraron más.

-¿Me tienes miedo, cariño? -Una voz muy, pero que muy familiar habló.

Al instante, gire mi cabeza hacia el desconocido mientras andaba a un paso muy acelerado, la persona tenía puesta la capucha de su sudadera y su cabeza estaba inclinada hacia bajo para que no lo viera, sin embargo, cuando levantó la cabeza, mi sorpresa hizo que parara de andar.

-¿Payton? -Interrogué confusamente.




Notas del autor :

Holaaa, cómo está esta primera parte???

@whoismnal0 ¿?

El límite, p.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora