Atrayendo antepasados

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Dos hojas rojas caín de manera lenta, el sol estaba en su punto máximo. Con la brisa hacia que las dos hojas cayeran de manera delicada en aquel lago, un remolino envolvió las dos hojas, estás brillaron de manera intensa. Dos figuras se estaban proyectando y de un humo de color rojo los envolvió, una mano salió de aquel humo.

Un hermosa mujer de cabellos rojos miraba a su alrededor con frialdad, el poder que influyó hizo que las aves salieran volando. A su lado estaba un anciano de cabellos gris, este solo miraba a su alrededor de manera analítica.

— Guíame — El anciano miro a la mujer y está hizo una pequeña reverencia y asintió con la cabeza.

— Claro padre — La mujer camino hacia una dirección.

La mujer miro con atención un pájaro bebé, sonrió levemente y siguió con su camino. El mayor metió sus manos dentro de las mangas de su Yukata. Uzumaki Ashina el líder del clan Uzumaki estaba enojado con gente repugnante de aquella aldea.

Un pequeño niño de tan solo 3 años estaba sentado en el bosque, una de las encargadas lo había dejado. Lloro todo lo que podía para llamar ala atención de alguien pero nadie venía a verlo. Metió su dedito en la boca, sus ojos estaban rojos de tanto llorar. Balanceo sus pues mirando a su alrededor, su cara estaba sucia.

— Aquí estás — una voz de una mujer llamo la atención del pequeño niño, era una hermosa mujer de cabellos rojos, el niño alzo sus bracitos para que lo cargará — Mira como estás, bebé.

La mujer quería llorar, quería golpear al desgraciado o desgraciada que hizo eso. El mayor miro al niño, nego con la cabeza más decepcionado de lo que estaba viendo.

— Vamos — El mayor miro con cariño al menor, este lo miraba con sus ojos rojos — mi pequeño descendiente, pagaran por lo que te han hecho.

El niño sonrió, su mirada llena de inocencia se cerró.

Los dos caminaron hacia un solo lugar, Mito Uzumaki acariciaba con cariño al pequeño niño en sus brazos. Le susurraba cosas lindas para sentir que el niño se había quedado dormido.

Los dos adultos caminaron hacia la puertas de aquella aldea, los guardia estaban sorprendidos de ver una mujer peli rojo.

— Identificación — El guardia tembló al ver la mirada del mayor, este solo los ignoro pasando. Mito solo seguía su camino ignorado algunos de ahí, con el tiempo hania cambiado el lugar.

Ashina a filo la mirada al ver algunos ninjas seguirlos, caminaron más rápido. Entraron a la torre Hokage.

— Detenganse ahí — un peli negro hablo, entre sus labios tenía un cigarrillo.

Los dos no hicieron caso, asuma afiló su mirada al ver al niño en brazos de la mujer.

— Dejen a ese niño — Asuma camino hacia ellos, Ashina con un sello en la mano puso una barrera. Asuma se asombro por eso, no lo vio hacer sellos.

Mito siguió sin mirarlo, subió las escaleras de manera rápida. Camino hacia la oficina del Hokage, vio al secretaria mirarla con miedo, el poder que abordaba le hacía temblar. Sin mirarla abrió la puerta, dentro de ella estaba tres shinobis y el Hokage.

— Mito — El hokage dejo caer su pipa, los tres shinobis al escuchar el nombre  miraron a la mujer.

— Veo que haz estado haciendo tu trabajo de la mierda — Mito miro a los shinobis y estos temblaron levemente.

— Se suspende que estabas muerta — el Hokage se puso enfrente de la mujer.

— Lo estaba — Mito acomodo al niño en sus brazos — pero eso no es algo de la cual vengo.

Ashina entro a la oficina, el hokage abrió más sus ojos, enfrente de él estaba el temible líder del clan Uzumaki.

— Venimos a cuidar y arreglar este maldita aldea — Ashina miro al anciano de manera amenazante — Mi descendiente no merece este trato la que le estaba dando, ¿Sabes cuánto poder político y poder carga? Es demasiado, es el principe de nuestro clan, el heredero y ustedes lo tratan de la la era más vil — Ashina dejo escapar un poco de su poder, dejando de rodillas a los tres shinobis. El hokage sudaba frío al sentir el gran poder del líder.

— Lo he cuidado de manera cuidadosa, sus padres tenían enemigos y Kumo es uno de lo más peligrosos por el hecho de que el Raikage podría mandar a secuestrarlo — Hiruzen miro a la mujer.

— Que bajo haz caído, que tus propios consejales te manipules a su gusto — Mito lo miro con decepción.

— Desde ahora en adelante yo me haré cargo de él — Ashina se dió media vuelta — y también todo lo que les he dado me haré responsable, cada centavo que deben me lo darán a mi. Hemos regresado desde la muerte para cuidar nuestro descendiente — Ashina solo lo miro desde su hombro — pagaran por hacerle eso a cuatro querido heredero.

Mito siguió a su padre, nego con la cabeza. Llevaría a su padre y al menor en el barrio Uzumaki que había instalado desde hace mucho.