Atrayendo antepasados

03

Ashina fruncia mucho el ceño, habían pasados unos meses y la decisiones del Hokage eran una verdadera mierda. Así que, ¿qué mejor hacer una reunión con el Daimyō? Obvio que iba aprovechar esto. Con eso había mandado una carta al Daimyō y ese día llegaba. Con todo pronóstico todos estaban reunidos en la sala de juntas.

— Que comience la reunión — el Daimyō era joven pero en su mirada se podía ver la determinación y analítica.

— ¿Quién convocó está reunión? — Danzó frunció el ceño, al ver al Daimyō no le daba buena espina.

— Yo — Ashina alzo su mano, llamo mucho la atención de todos — la razón por la cual convoqué está reunión tan repentina fue por las decisiones del Hokage.

— ¿De que hablas? — uno de los ancianos frunció el ceño, eso no le gustaba.

— ¿A qué te refieres, Ashina-sama? — el Daimyō miro al mayor, este solo se levantó y miro al Hokage.

— En los meses que he estado aquí, el mandato del Hokage es una mierda — esto último sorprendió mucho a todos — dejar que sus consejales tomen decisiones cuando el título remarca lo que son. Los civiles no deberían de tener voz y voto en cosas de ninjas, en todo caso es una mierda, no solo eso sino también han cambiado mucho la academia cuando no se le enseña bien — Ashina miro al Hokage y este agachó la cabeza — ¿Qué opina de esto?

Los ancianos apretaron sus puños, los civiles estaban rojos de la furia. Los clanes solo se limitaban en ver, apoyaban al mayor ante lo dicho.

— Entiendo — el Daimyō miraba los papales que le habían Sido entregados por el mayor — en todo caso Ashina-sama puede hacer el segundo al mando ante las decisiones de la aldea. Por ahora no puedo quitarle el puesto ya que no hay un candidato adecuado para el puesto de Hokage, decide cuál sería la mejor opción, asesora bien al candidato o candidata.

— ¿Pero por qué a él? — Danzó miro con seriedad al Daimyō.

— Ashina-sama es parte de este país, además con los años llevando a su clan a la gloria puede ser una mejor opción para ser el segundo al mando. En todo caso, él puede ser el líder se la aldea y Hiruzen sería la tapadera, solo se encargará del Papaleo y las apariencias. Con todo lo dicho me retiro, espero que este cambio sea favorable — se levantó y salió de la sala.

— Ya escucharon — Ashina sonrió — Ahora en adelante en la academia se le enseñará todo la historia, sin excepción alguna. Los ninjas se le enseñará lo que se requiere para una Genin. Los civiles no tiene voz y voto en temas de los ninjas, así que ahorranse en hablar. En caso de los consejales, solo son consejales y como ahora yo soy en líder no los necesito. Mandaré a unos shinobis para ser un chequeo en sus casas — Ashina se levantó — ahora, haremos estos cambios. En uno días haré más cambios.

Hiruzen suspiro y nego con la cabeza todo se le había ido de las manos, en todo caso había perdido el poder.

— Son excelente — Ashina sonrió al ver a sus dos pupilos, Shisui estaba lleno de sudor y estaba tirado en el suelo. Itachi estaba recargado en un árbol, el sudor era evidente — ahora empecemos con el verdadero entrenamiento.

— ¿Qué? — Shisui y Itachi lo miraron con horror — ¿No sé supone que este era el entendimiento?

— No, ese era el calentamiento — Ashina rio al ver las caras de los niños — vengan, síganme.

Los dos menores se levantaron con dificultad, siguieron al mayor hasta llegar el barrio Uzumaki. Ashina se hizo un lado para que entrarán, los dos menores miraban con sorpresa el lugar, era muy bonito. Ashina cerro la puerta y dejo que la barrera se activará, el mayor los guío en la casa principal. Llegaron a una casa muy hermosa, la puerta fue abierta por una mujer peli roja y en sus brazos tenía un rubio.

— oh, padre — la mujer miro a los menores — ¿Y ellos?

— Son mis pupilos — la Uzumaki miraba a cada uno de ellos — ellos se encargará de cuidar a Naruto.

— ¿Estás seguro? — Mito miro con desconfianza a los dos menores — Claro que estoy seguro, ellos serna grandes Shinobis.

— Entiendo — Mito suspiro y se adentro a la casa, tenía que ir por el menor a la habitación para darle de comer.

— Aquí entrenaremos, su verdadero entrenamiento comenzará y lloraran mucho para que pare — Ashina sonrió al ver las caras de los menores.

Itachi y Shisui estaban dudando mucho en las decisión que habían tomado, pero si era para proteger a la aldea y al niño, estarían dispuestos en entrar en el infierno. Ashina los guío a un campo de entrenamiento, esto tenía muñecos de entrenamiento.

Ashina miraba a los dos, sonrió al tomar una buena decisión. Serían unos grandes Shinobis y él mismo los iba formar como el quiera, en todo caso los Uchiha's pueden tener grandes habilidades pero necesitaban una ancla para aferrarse en esta vida.

— Me voy a divertir mucho — Ashina rio y se para en medio de los chicos.

Mientras Mito cargaba al menor para enseñarle hablar bien, era un trabajo que le costaría mucho pero tendría unos frutos muy grandes. Porque había reclamado al niño como su hijo, su pequeño heredero.

3 años después

Un rubio corría con todas sus fuerzas para llegar a la casa, la abrió dejando ver el interior de la casa. Se quitó las sandalias ninjas, y camino hacia la cocina, vio a su madre ahí sentada.

— ¡Mamá! ¡Ya llegué! — Alzo los brasitos, la mujer lo vio con una sonrisa.

— Bienvenido mi pequeño sol — Mito se levantó para caminar hacia su dirección — ¿Cómo te fue en el bosque?

— El abuelo es muy malo — el menor hizo un pequeño — no me dejó subirme en el lomo de Shiro — el menor fue cargado.

— Que chismoso eres — Ashina miro dolido al menor y este río.

— Mañana empiezas las clases — Mito sentó al menor en su sillita, aunque ya era grande, el menor le gustaba esa silla.

— No quiero ir — Naruto hizo un puchero — no estaré con mamá.

— Solo serán unas horas — Mito le puso un plato enfrente — y luego estarás conmigo.

— Está bien — El rubio tomo su cuchara.

— Yo estaré muy ocupado  — Ashina se sentó enfrente de su hija — así que no estare mucho tiempo en la casa.

La peli roja asintió con la cabeza, en estos 3 largos años había hecho un buen trabajo con el menor. No dejaba al menor solo, tenía dos amigos con lo que jugaba mucho. Pero seguían esos aldeanos que miraban mal a su hijo, pero ella no dejaba que eso afectará a su hijo.