Despues de la batalla contra cellbuzer nuestro querido saiyajin desapareceria de la existencia a causa del ssj 10 pero alguien interfirio con dicho destino que podria terminar en un caos a nivel multiversal y mas con el fin de cumplir con su objetivo
Una estela de color blanca recorría un tramo de lo que constituye el universo, mirando a varios lados, puso atención a todo planeta, sistema, esto era raro, desde su llegada sentía una extrañeza de no pertenecer, quedando en una confusión, era cierto que desde hace millones de años dejo de pertenecer al mundo mortal, dejando la continuidad de la vida a su imaginación, pero aun con esas, algo mas lo hacia sentir fuera de lugar, parecía estar recorriendo un mundo inexplorado, estando en un estado de confusión, durante largos minutos se tuvo que replantear si realmente estaba devuelta en el universo donde alguna vez llego habitar, estando en duda, la posibilidad era alta, debido a sus conocimientos, sabia sobre la existencia de dimensiones distintas, pero este era la primera vez que llegaba a uno donde todo era casi igual, divago en sus memorias del pasado hasta llegar a ciertos años de su niñez, sobre un pequeño claro donde solía jugar y encontrarse con cierto kaioshin cuyo amor por la vida la dejo maravillada, no era común ver a dioses tener dicho afecto hacia los mortales, pero este era distinto, la armoniosa aura que desprendía era relajante y tranquila, sentados al lado del otro, sobre el tronco de un árbol, sus vistas eran dirigidas hacia el castillo donde la pequeña niña vivía, una imagen que hasta estos días la seguirá acompañando, tiempos donde pudo disfrutar unos años de tranquilidad
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Irina: es una hermosa vista ¿no lo crees?
dijo la pelirubia
Ángel Z: (riendo un poco) si, estas en lo cierto, tienes un hogar muy hermoso
le respondió con un tono amable, la calmada brisa los refrescaba, acompañado de la luz solar que le daba un toque mágico al reino frente sus ojos, en su disfrutar, la pequeña se quedo pensando en cierto dato que hasta el momento no lo tenia en claro, viendo un lado del rostro de su amigo, decidió preguntarle
Irina: Z, ¿enserio este sitio es hermoso?
dicha pregunta dejo confuso al dios porque le había dado la respuesta hace unos momentos
Ángel Z: eh..., si, es lo que pienso
Irina se lo quedo viendo un rato hasta volver su atención al castillo
Irina: sabes, desde que te conocí no paras de decir lo bello que es este lugar, pero, esa afirmación también me deja con una duda
el Angel Z alzo una ceja pero decidió seguir escuchando
Irina: siempre dices eso como si no vieras un paisaje así muy seguido, acaso ¿este es el único lugar bello que conoces?
Z parpadeo un poco antes de sonreír y darle una respuesta
