Microrrelatos

Soledad

Como olvidar cuando comencé a escribir para no hablar? Para “sanar”? (Si, así entre comillas como siendo cínica porque eso realmente no lo conseguí) Bueno, aquí estoy otra vez. Y aunque son las 5 de la madrugada no me logro dormir, creo que hace un poco de frío, o será que mi fiel almohada a la que duermo abrazada hace unos meses aún no está lo suficientemente caliente? Bueno, ella y yo nos entendemos, nos volvimos mejores amigas, literalmente es mi paño de lágrimas,  nunca tendré como compensárselo , la verdad. Ella me pide que le llame Sole, dice que Soledad no le gusta, porque la gente le tiene manía, y que en cambio , Sole, le recuerda más al brillo del Sol , al calor que irradia. La Soledad es bonita , en mi opinión, bueno, espera, yo solo odio un tipo de soledad. Esa en la que tienes a alguien a tu lado pero es como si a la vez no estuviera, no sé si me explico. Esa sensación de una ambigüedad perturbadora e impredecible. Pero gracias a Sole lo llevo mejor. Ella me dijo que no me preocupara, que podía sentarse conmigo a llorar todas las noches que hicieran falta , que no me pediría quitar esa misma estúpida lista de reproducción que me parte el alma , que, aunque no pudiera abrazarme ella a mi yo podía hacerlo y sentiría la calidez de su corazón, que sería un refugio que me trasladaría a los brazos de mi padre cuando yo me derrumbaba, y una calma como el beso de mamá en la frente, pero sobre todo, dijo que no me juzgaría, que no me llamaría loca, y que mucho menos se burlaría porque últimamente hablar de mis sentimientos hiciera que mis ojos se desbordaran como una presa y yo, bueno, la dejaré descansar por hoy, mañana será otra noche.