Hace millones de años un meteorito formado por vibranium, la sustancia más potente y resistente del mundo, impactó en áfrica afectando a todo a su alrededor más tarde, cuando la era del hombre llegó, cinco tribus se establecieron allí y lo llamaron Wakanda. Todas las tribus vivieron en guerra hasta que un chamán tuvo una visión de la diosa pantera la cual le guió hasta la hierba con forma de corazón, una planta que le concedió poderes sobrehumanos, este chico se convirtió en el rey y el primer black panther el protector de Wakanda, sin embargo él no fue el único dotado por la bendición del vibranium, ya que otro meteorito impactó pero este lo hizo en el mar trayendo consigo a alguien dotado de un poder e inteligencia inigualables. Para Wakanda, el futuro estaba a punto de cambiar.
Esa persona soy yo T/n, que llegue a este mundo en un meteorito hecho únicamente de vibranium. Aterrice en el océano, donde fui acogida por el jefe de una nación submarina, Talokan. Me crié como la hija del jefe Namor, o como lo llaman en mi pueblo k'uk'ulkan el dios serpiente emplumado, no era su hija biológica pero me crió como suya durante 16 años. Al criarme bajo el agua mis pulmones se acostumbraron a extraer oxígeno del mar y también de la superficie, pues había veces que salía con mi padre a respirar y a que me enseñara el mundo exterior aunque me repetía una y mil veces que el no sentia amor ninguno hacia la superficie, yo sentía justo lo contrario sentía muchísima curiosidad por el mundo que nos rodeaba, si es verdad que el 70% de nuestro planeta es mar pero también había mucho mundo inexplorado.
-Padre.-
-¿Qué ocurre mi niña?.-
-Desearía salir a conocer la superficie, quiero saber que hay más allá.-
-Hija mía, el mundo exterior es peligroso, debes entender mi preocupación.-
-Lo sé padre pero necesito que te fies de mi, se cuidarme sola ya has visto lo que puedo hacer.-, cuando cumplí mis dieciséis años mis poderes se manifestaron y mi padre me adiestró para que pudiera controlarlos y que no hiciera daño a nadie de Talokan.
-Mi niña, es por eso por lo que me da miedo que salgas, tus poderes son muy poderosos y en malas manos pueden ser un arma muy peligrosa, no toleraría que te usaran como arma.-, mi padre tenía razón, si me capturan podría ser catastrófico pero confío en que no me ocurrirá eso.
-Padre por favor seguro que hay algo que se pueda hacer.-, este se quedó un rato pensando hasta que parece que se le ocurrió algo que podía ayudarme.
-Esta bien, te dejaré salir pero solo porque se de un país donde abunda el vibranium y se que estaras segura.-
-¿Sus defensas son buenas?.-
-Para el resto de la gente si, para nosotros no.-
-Eso me imaginaba, pero bueno si solo vosotros podéis atravesarlas estaré bien.-
-Exacto pequeña, mañana podrás irte, solo te pido que tengas muchísimo cuidado y que no dudes en usar tus habilidades si es necesario.-
-Sí padre, muchas gracias.-, abracé a mi padre para irme despues a mi cuarto a preparar las cosas para irme.
Al parecer mi nuevo hogar se llama Wakanda, un país donde el vibranium es fuente de vida y tienen una tecnología tan avanzada que podría destruir el planeta entero, creo que mi padre me ha mandado ahí por algo en particular pero a mi eso me da igual solo quería explorar el mundo así que deje de pensar en mi padre e hice las maletas tan pronto como pude para partir cuanto antes hacia mundos inexplorados.
A la mañana siguiente me desperté y me fui a despedirme de mi padre y de mis amigos.
-Ten mucho cuidado mi niña y si necesitas algo solamente tienes que soplar esto y dejarlo en el mar, yo acudiré enseguida.-
-Gracias padre.-, le abrace y me fui nadando hacia Wakanda, me pillaba lejos pero con mis habilidades podía llegar enseguida.
Cuando llegué no pude ver la ciudad, había una especie de barrera protectora que cubría toda la ciudad, así que no tenía más remedio que vivir fuera. Me construí una casa y no tardé en acostumbrarme a esa vida, todos los días salía a dar un paseo y explorar tierras nuevas, me encantaba esa sensación.
Un dia en vez de salir a pasear me puse a entrenar, debía hacerlo si no quería descuidar mis habilidades, este poder que poseo si mi cuerpo no está a la altura podría llegar incluso a acabar conmigo, así que construí un par de maniquíes de entrenamientos para poder esquivar sus golpes y golpearlos también, algunos os preguntareis cómo conseguí eso sin tener tecnología a mano pero mis conocimientos y mi inteligencia me permitió construir estos robots desde cero, así como automatizar un poco mi casa.
Parece ser que mis entrenamientos y construcciones llamaron la atención de los Wakandianos, ya que al dia siguiente aparecieron unas mujeres armadas con unas lanzas que se veía que eran de la guardia de la ciudad.
-¿Puedo ayudarlas en algo?.-
-El rey T'Chaka desea reunirse contigo.-
-¿He hecho algo malo?.-
-No no es por eso, el rey te lo explicara todo, acompañanos.-, les hice caso, se veían muy fuertes y no quería cabrearlas, bien es cierto que podía con ellas de sobra pero no quería llamar la atención y ganarme mala fama entre la familia real.
Ya en frente de la cúpula se abrió una compuerta especial donde nos recogió una especie de aerodeslizador, pero cuando mire hacia el frente vi una ciudad impresionante, sin duda un regalo para la vista, hasta que de repente noté la presencia abundante de vibranium en una zona concreta de la ciudad.
-Disculpad ¿qué es lo que hay ahí abajo? .-, apunte hacia una especie de agujero con una estructura metálica en frente.
-Eso es el laboratorio de la ciudad, ¿a qué viene la pregunta?.-
-No no es por nada, me llamó la atención esas naves tan alucinantes, sin duda están hechas con una buena aleación.-, esas dos mujeres me miraron cada vez más interesadas.
Llegando al palacio entramos a una habitación donde estaba el trono real y el rey sentado en él junto con su madre a un lado y otra chica al lado, ¿quien es esa chica?.
-¿Podrías decirnos tu nombre?.-
-Me llamo T/n y vengo de más allá de la frontera, no conocí el mundo hasta ahora porque me crié en mi hogar oculta del resto así que ahora he aprovechado para explorar todo lo que no pude ver antes.-
-¿Cuántos años tienes? .-, esta vez fue esa chica la que me preguntó.
-Tengo dieciséis años.-
-¿Y esos robots y esa casa la has construido tú?.-
-Asi es, es todo obra mía.-
-¿Tienes alguna clase de poder? .-, allá voy, me veía obligada a decir la verdad pues estaba ante el rey de Wakanda.
-Si, naci de un meteorito de vibranium y mis conocimientos sobre tecnología relacionada con esta sustancia son muy elevados, a parte de eso gracias a mi adiestramiento en combate soy experta en el uso de armas y en la lucha.-
-¿Que sabes hacer con el vibranium?.-
-Antes cuando veníamos hacia aquí les pregunté a ellas sobre aquel sitio de donde salían las naves, ya sabía que ahí se trabajaba con vibranium porque yo puedo percibir y sentir cuando el vibranium esta siendo manipulado, incluso este me da energía cuando le siento cerca para luego acumularla y expulsarla.-, todos me escuchaban atentamente y a la vez alucinaban por lo que le estaba contando.
Terminada mi historia el rey me miraba con interés, parece que mis habilidades le han dejado intrigado, lo que no me esperaba es lo que me iba a proponer a continuación.
-¿Estarías dispuesta a quedarte aquí con nosotros? .-, me sorprendió un poco la propuesta, no sabía exactamente qué quería decir con lo de quedarme con ellos.
-Yo encantada pero ¿con algún propósito en especial?.-
-Me gustaría que permanecieras en el laboratorio con mi hija Shuri, ella es la que se encarga de desarrollar nuestro vibranium y tu con tu habilidad puedes sernos de gran utilidad para el aumento de nuestra tecnología.-
-Sería un honor.-, así fue como pasó a ser parte de la población Wakandiana.
Me dieron alojamiento en el palacio real y allí viviré durante mucho tiempo, al dia siguiente me desperté pronto para entrenar antes de irme al laboratorio con Shuri, lo que no me esperaba era que viniera a mi sesion de entrenamiento, sentí una mirada en el cuello que me puso un poco nerviosa pero no me distrajo de mis ejercicios, así que cuando termine me di la vuelta y allí la vi de pie esperándome.
-Wow, te mueves bien.-
-Gracias.-
-¿Por qué tienes que entrenar?.-
-Porque tengo vibranium en la sangre princesa, si mi cuerpo no tiene la estructura que hace falta para mantenerlo a raya podría matarme.-
-Vaya, pues sí que es peligroso.-
-Exacto, ten cuidado a ver si te voy a desintegrar junto conmigo.-, ambas nos empezamos a reír por el comentario que hice, no había duda que una chispa especial había entre nosotras.
-Venga anda vamos al laboratorio novata, te enseñare como van las cosas aquí.-
-A sus ordenes princesa.-
-No me llames así, puedes llamarme Shuri.-
-No quiero ser maleducada.-
-No lo eres creeme, no hace falta que me trates como alguien de la realeza, vamos a trabajar juntas.-, cada vez me gustaba más la confianza con la que hablaba conmigo, esta chica era un auténtico torbellino y me encantaba.
Al bajar al laboratorio me encontré una autentica mansión tecnológica hecha por vibranium, mis sentidos estaban que estallaba y mi energía subía a medida que caminaba sobre ese sitio. Shuri me asignó mi puesto, yo me iba a encargar del armamento, puesto que manejaba muy bien las armas pensó que también se me daría bien fabricarlas, más sabiendo que contamos con una fuente inmensa de vibranium tenía vía libre para construir todo tipo de artilugios.
-Shuri, imagino que tienes un simulador o una IA ¿verdad?.-
-¿Cómo lo sabes?.-
-Este laboratorio tarde o temprano iba a necesitar una, si no se dificultan mucho los cálculos.-, ella estaba alucinada, parece que es la primera vez que conoce a alguien como yo.
-Bueno emm... a... haber.-
-Hey ¿estás bien? .-, me acerque a ella porque empezó a tartamudear mucho, creía que estaba mal así que le puse mi mano en la cara, que osadía por mi parte porque ella es la princesa, pero me estaba asustando. Ella reaccionó de inmediato y se apartó.
-Si si estoy bien perdona, ven tu trabajaras aquí.-, me senté delante de unas pantallas y empecé a investigar cómo iba todo, hasta que al cabo de un tiempo lo conseguí.
Estuvimos mucho tiempo ahí trabajando, ella se dedicaba a un poco todo, diseño de trajes, diseño de armas, perlas kimoyo, simuladores... yo sobre todo me encargaba del armamento y conseguí plantear el diseño de unas cuantas lanzas y armas de fuego bastante potentes, todas ellas hechas con vibranium.
-Que pasada ¿eso lo has hecho tu?.-
-Si, aunque de momento solo son diseños hay que construirlos.-
-Es increíble, eso puede llegar a ser muy peligroso.-
-Por eso lo usaras tu.-, Shuri me miró con una cara muy desconcertada, no entendía lo que quería decir con eso de que lo usara ella.
-¿A qué te refieres T/n?.-
-Son unos "guantes", por así decirlo, que expulsan ondas sónicas desde un núcleo de vibranium.-
-Eso rompería cualquier estructura hecha por vibranium.-
-Bueno romper no del todo, pero si desgastar o incluso impulsarla y que salga despedida.-
-No está nada mal.-
-Por ejemplo, si tu usas esto en el traje de tu hermano no llega a romperse pero si se desactiva por diversas zonas es como si se pone debajo de los estabilizadores sónicos.-, Shuri no daba crédito a lo que escuchaba, jamás se le había ocurrido algo así.
-Es increíble.-
-Mañana los construire y también diseñaré un traje para ti, no vas a usar estos aparatos sin un traje.-
-¿Enserio?.-
-Pues claro, ya es tarde asi que hoy ya no se puede.-, ella miró el reloj y efectivamente era bastante tarde así que recogimos y apagamos todo para luego salir del laboratorio.
Este sitio es una mina de oro, el que se haga con el control de ese laboratorio podría causar un grave destrozo si lo utiliza con fines malvados, si se usa de forma segura como lo estamos haciendo nosotras no pasa nada.
-¿Mañana a la misma hora?.-, no se esperaba la pregunta porque se asustó un poco, claro íbamos tan calladas camino al palacio que no se esperaba que yo rompiera el silencio.
-Ay perdona, no quería asustarte.-
-Tranquila y si mañana a la misma hora, después de tu entrenamiento voy a buscarte y nos vamos.-
-No hace falta que vengas a buscarme Shuri, ya se por donde se va al laboratorio y no quiero distraerte.-
-Tranquila no me distraes, mañana nos vemos.-, le dije que sí y me desvié hacia mi habitación.
Mañana me esperaba un día ajetreado con diseños y construcciones de armas, tenía ganas de empezar ya.

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La princesa de Talokan
AdventureT/n, hija de Namor, cansada de vivir con su padre bajo el océano decide salir para entrenar tanto su fuerza como su inteligencia, lo que no se espera es encontrarse con una chica que cambiaría su vida para siempre. Historia Yuri (amor entre mujeres).