Izuku es alguien a quien a simple vista puedes tachar como "angelical, inocente, amable, etc". Izuku es alguien que le cae bien a todos, siempre siendo lo más servicial posible.
Por eso Katsuki no puede evitar tener un serio problema de celos, llega...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Katsuki parpadea confundido, tratando de enfocar su vista en algún punto inexacto de la desconocida habitación.
No sabe en donde está, como llegó, porque está ahí, quién lo trajo y un montón de preguntas que hacen su cabeza doler.
De lo único que es consciente es que tiene el pecho desnudo y un buen de marcas que empiezan en su cuello y terminan en su abdomen, con apenas su bóxer encima.
Sus mejillas se calientan de sobre manera y piensa en las posibles personas con las que pudo terminar en esa habitación.
Tenía tantas personas en mente, que cuando un pecoso semi desnudo entra a la habitación su cerebro hace cortocircuito. Quizás estaba alucinando, bebió mucho en la fiesta, así que era posible que su mente le estuviera jugando sucio.
Si, eso debía ser.
— ¿Que sucede, Katsuki? — preguntó, con su usual sonrisa tranquila.
Tenía una botella de agua en mano, con su cabello húmedo y solo una delgada toalla cubriendo su entrepierna.
— Yo... Creo que bebí demasiado, ya estoy alucinando... — intento levantarse y así huir del lugar, pero extrañamente sus piernas estaban temblorosas.
— ¿Que es lo último que recuerdas, cariño?
Izuku se acerco tranquilo, con un expresión que puso nervioso a Katsuki. Intentó recordar, saber que había pasado después de que se acercará al pecoso en la fiesta.
Recuerda que lo tomó de la mano, bailaron y después... Izuku lo besó y llevo hasta un hotel.
Sus mejillas se tiñeron de rojo intenso, con sus ojos cristalizados y labios temblando.
— Tú... Y yo...
— Mnh? No, no hicimos nada, así que respira, lindura.
Katsuki pareció recuperar el color ante aquellas palabras. Aún así no pudo evitar sentirse un estúpido por tomar hasta el punto de besarse con el idiota que tanto detesta.
— No hicimos nada, pero si tengo unos vídeos bastante interesantes.
Y de nuevo, Katsuki se sintió desorientado y estúpido.
— Veamos... — desbloquea su celular y empieza a buscar los vídeos. — Aquí está, así que si no me crees puedes verlos.
