𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔 ── 𝐑𝐈𝐂𝐊 𝐆𝐑𝐈𝐌𝐄𝐒

TWO

EL DOLOR DE CABEZA estaba matándome, no tengo ni la menor idea de que había pasado.

—mmm, ¿qué me pasó?— pregunté mientras abría mis ojos lentamente.

—Hola, al fin despertaste,— rick me dio una leve sonrisa— te estábamos esperando para cenar.

—¿cenar?— voltee a ver al hombre desconocido y este asintió con la cabeza.

Me levante despacio, sin embargo mis piernas fallaron haciendo que caiga de rodillas al suelo.

—hey, ten cuidado niña— rick camino hacía mi, ayudándome a caminar hacia la mesa.

—no soy una niña, — susurré— tengo mas años de los que aparento, rick.

—siéntate, antes de que te caigas— habló el hombre de tez morena.

—gracias— sonreí a ambos.

—Papá,— el niño moreno llamó la atención de todos— la bendición.

—Sí.— el padre habló, el niño extendió su mano hacia mi, yo la acepté sonriente.

A pesar de no ser creyente, estoy siendo alimentada por ellos y debo respetar sus creencias.

—Padre, te damos gracias por los alimentos.— el mayor empezó hablar.— Tus bendiciones.— volteo a ver a rick— Te pedimos que nos cuides en estos días de locura. Amén.

—¿Tienen alguna idea de lo que está sucediendo?— preguntó el hombre, luego de terminar la oración.

—Desperté hoy, en el hospital,— rick me volteo a ver mientras hablaba— vine a casa y eso es todo.

—¿Y tú?— preguntó el niño

—¿Yo?— me señale con mi mano, regalándole una sonrisa y el niño asintio— Oh bueno, yo, yo no lo comprendo del todo.

—¿Pero saben sobre la gente muerta, no?— asentí

—Sí, vimos a muchos de ellos.— habló rick y yo asentí nuevamente.— En el muelle de carga, apilados en camiones.

—No, no hablo de los que mataron.— negó— Si no de los vivos. Caminantes.

—¿Cami que?— pregunté mientras levantaba una ceja— Esos son zombies, ¿Acaso no han visto películas sobre ellos?

—Ellos podrían haberlos atacado o comido,— habló el hombre ignorándome mis palabras— ellos podrían haberse llevado algo de su carne.

—Pero...— mi oración fue interrumpida por el hombre.

Que irrespetuoso

—Supongo que es la primera vez que oyes algo sobre ellos, — se dirigió a rick— se como esto te debe sonar.

Deje de prestarle atención a esa platica porque ese hombre simplemente ignora mis palabras.

—¿Como te llamas?— voltee a ver al niño con una sonrisa.