Capítulo VIII

150 17 13
                                    

Los siguientes días fueron muy duros, sin tener ningún hogar en el que quedarse y ningún hombro para recargarse, no tuve de otra que quedarse en las calles tratando de sobrevivir a las tempestades.
Los recursos que tenía era suficiente para alimentarse durante un tiempo, pero no podría ser eterno, tenía que buscar alguna manera de conseguir más ingresos, tendría que hacer lo que nunca antes en su vida hizo... Trabajar para ganarse la vida.
Después de darle un recorrido a aquel Reino optó por irse, ya que se dió cuenta de que en ese lugar no se tenían buenos recursos y los precios eran de horror.
Logró conseguir un transporte, una carreta que llevaría gente a el Reino siguiente, claro que por un precio.
Willy pasó el resto del día comprando todo lo que sería necesario, entre eso una daga y una espada lo que salió más caro, pero era necesario. También compró un poco de comida para alimentarse esa noche y tener durante el viaje. Después de su diminuta y triste cena a solas se acomodó en un pequeño callejón oscuro, sucio y solitario.
Lo tenía todo, tenía un hogar, tenía una familia, alguna vez pudo gozar de grandes lujos y comodidades, pero sobre todo, había gente que lo amaba y lo quería... ahora lo había pedido todo. Todos estos recuerdos le causaron llanto, recordó como su madre lo arropaba cuando era pequeño, recordó los cuentos que le contaba su padre, las tardes divertidas que pasaba con sus hermanos, y ahora, aunque derramara un montón de lágrimas hasta secarse y tener que llorar su propia sangre, no podría tener nada de eso nuevamente... ¿Por qué tendría que haberse arrepentido justo ahora?, ¿por qué no antes cuando tenía la oportunidad de corregir sus errores?... Antes de defraudar a su familia, antes de causarle un infarto al Rey.exe, antes de envenenar a su hermano, antes de poner en riesgo a su cuñado y a su sobrino sin siquiera haber nacido... Ahora todo lo tenía a su suerte.

A la mañana siguiente se levantó muy temprano para partir en su nuevo viaje, la carreta era más pequeña de lo que pensó, viajaría con aproximadamente 15 personas, sería un camino largo y apretado.
Evidentemente  eran hombres mucho mayores que él, algunos tenían el cabello despintado por lo años y largas barbas, intentaba mantener la mirada gacha todo el tiempo, pero siempre sentía alguna mirada perturbadora sobre él.

C-?:Ya hemos llegado

Anunció el hombre que guiaba la carreta mientras daba un par de golpes a la madera de esta despertando a Willy de el sueño que hace poco había conciliado. A unos cuantos kilómetros se podía contemplar el castillo que todo Reino tenía, este casi igualaba el tamaño del que antes fue suyo, donde antes vivió...


Al llagar de inmediato se dió cuenta que aquel lugar era aún mejor, a simple vista se notaba que tenía mejores recursos y precios más accesibles a su presupuesto.
Pasó todo el día recorriendo gran parte del Reino, averiguando sobre sus materiales y recursos más abundantes, sin duda aquel era el Reino del trigo y maíz, ya que se notaba que crecía en gran abundancia. Unas cuantas monedas de cobre serían necesarias para poder sobrevivir por muchas semanas, con las monedas de oro que tenía podría vivir un buen tiempo.

Consiguió un lugar para quedarse, no era muy grande y mucho menos muy lujoso pero tenía un precio accesible a lo que tenía de manera que le sobre para sus demás necesidades.
Consiguió un pequeño trabajo días después como cargador y repartidos de bolsas de trigo y Maíz por unas cuantas monedas al día, no era la mejor paga y mucho menos obtendría una vida de lujos como antes, pero era suficiente, y con el entrenamiento que tuvo durante todos esos años no le fué muy complicado cargar con el peso.

Pasaron las semanas y su vida se había vuelto una rutina, levantarse, ir a trabajar, tomarse descansos para almorzar, retomar sus labores, volver a casa, ducharse y dormir, se encontraba atrapado en la misma repetición lo que comenzaba a artarle, nunca le gustó vivir con rutina, siempre buscaba cosas diferentes para hacer, nunca dejaba que sus días fueran iguales a excepción de algunas cosas, pero ahora eran cosas del pasado.

Reinos Caidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora