capitulo 4

1.7K 219 12
                                    

Narra rubius-

Fui abriendo los ojos poco a poco gracias a la luz que entraba por la pequeña ventana de la casa de campaña despertando de poco mi cerebro y lo que vi me dejó sin palabras.

En todos mis años de vida nunca tuve un sentimiento tan bonito en mi pecho como el que me dio en tan solo verlo dormido en mi pecho.

Me le quede mirando unos minutos, ¿Cómo podía ser tan tierno? era el pensamiento principal en mi cabeza en este instante, vi como empezó a moverse creo que se iba a despertar, no creo haberme movido mucho como para despertarlo tal vez la luz tampoco lo dejo dormir demasiado.

Bostezo un poco antes de intentar bien abrir sus ojos mientras se los tallaba con sus manitas; para luego llorar y sin darme tiempo a adivinar que era lo que necesitaba se empezó a aferrar a mi sudadera y frotar su cabecita contra mi pecho en busca de comida. Eso me descoloco un poco ya que eso significaba que me consideraba o veía ya como su madre.

Sin perder mas tiempo en mis pensamientos me levante aun abrasándolo para que no se callera, busque una mamila y sin mas le prepare un biberón, ya que aun que se frotara contra mi pecho yo soy macho no le podría dar leche aunque quisiera, lo acomode bien y le di el biberón por lo que empezó a beberlo.

Me sorprendió mucho que lo tomara con sus manos el biberón, todavía lo veía muy pequeño como para hacer eso. Problemas de ser abandonado aún que ellos quisieran a tan poca edad supongo que te da esas habilidades.

Lo volví a acomodar de tal manera estuviera acostado solamente de mi mano izquierda y apoyado en mi pecho, obviamente con mucho cuidado.

Empecé a ir guardando las cosas que podía con una sola mano, como las cosas de la mochila, acomodar las cosas del bebé para que estuvieran a primera mano cuando estuviéramos en camino.

Una vez se acabó la leche del biberón acomode al pequeñín para que estuviera sentado con su cabecita en mi hombro y le di unos golpecitos en su espalda para que así sacará el aire hasta que eructo

-berp- escuché como eructo y fue el sonido más tierno que escuche, en este momento me sentía una verdadera mamá oso con el.

/Nota autora: si así es un onomatopeya de eructo imagínense eso en tierno/

-listo campeón?- le pregunte mientras acomodaba todo lo faltante para irnos, escuché un risita por su parte así que lo tomare como un si.

-haber si te cargo así- estuve un rato acomodando al bebé de un lado a otro viendo como me llevaba todo, ya que si nos encontramos algún percance no quiero que se lastime.

Cuando ya estaba a punto de rendirme vi una señora con su bebé amarrado  con una cobija de forma que quedaba como cangurera, lo traía de una manera muy practica ya que tenia ambas manos libres y el bebe se veía muy cómodo, eso me dio una idea y cuando tengo una idea no dudo en llevarla acabo, por lo que me acerque hacia ella.

-hola buenas dias- dije para acercarme a ella -hola jovencito, quieres algún adorno tengo varios tipos- dijo para mostrarme unos muy bonitos broches para el pelo sin así ese no era lo que buscaba.

-perdone pero como amarro a su bebé así?- dije para señalar a como traía la señora -ha esto? Es algo común para madres trabajadoras- dijo mientras veía a su bebé -me podría enseñar como?- dije para señalar mi cobija y a mi bebé en mis manos -claro ven te enseño- sin tardar mucho me explico y después de dos intentos lo logré yo solito.

𝙰𝚙𝚛𝚎𝚗𝚍𝚒𝚎𝚗𝚍𝚘 𝚊 𝚜𝚎𝚛 𝚙𝚊𝚙𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora