02 | Dame un beso

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Sentado sobre las gradas en la cancha de basquetbol, JiMin terminó de hacer sus anotaciones del día sobre su clase de biología. Tenía que esperar a que su hermano mayor terminará su práctica para poder irse juntos a casa.

No le molestaba esperarlo en absoluto, pero, a Seokjin si le enojaba tenerlo ahí.

Y es que, los otros chicos del grupo de basquet parecían no querer quitarle la mirada de encima, cualquier ocasión era buena para dejar de prestarle atención al entrenamiento y mirar al menor.

Por supuesto, Seokjin se dio cuenta de esto cuando por tercera vez, le lanzó un pase a Seonghwa y éste terminó casi noqueado en el suelo.

-Maldita mierda, ¿van a entrenar o qué?- preguntó Seokjin ya estando harto.

-Vamos Seonghwa, quiero irme a casa a dormir y tu no ayudas- Wooyoung le replicó, ayudándolo a levantarse del suelo.

Seonghwa gruñó abrumado y asintió, entonces, cuando estuvieron a punto de volver a jugar, Seonghwa sintió que alguien tocó su hombro, volteó encontrándose con YoonGi, quien le sonrió con hipocresía.

-Quítale tus ojos de encima amigo, yo lo vi primero.

El rubio rodó los ojos ante las palabras de su compañero y siguieron el entrenamiento como si nada.

JiMin estaba demasiado concentrado en sus cosas, así que no le puso atención a la pequeña discusión que tenían. Pero cuando terminó, observó a todos y cada uno de ellos, dándose cuenta de que la mayoría de los compañeros de su hermano eran atractivos. Una ligera sonrisa se dibujó en sus labios al mirar al pelinegro, el mejor amigo de su hermano.

YoonGi se veía agotado, el sudor bajaba por su rostro y sus ropas se veían algo húmedas debido al sudor, el mayor tenía sus manos en las caderas, mientras trataba de regular su respiración y pasaba su lengua por sus labios.

-Deja de mirarlo- Seokjin le llamó la atención -, iré a las duchas, espérame aquí.

-Sí, hyung.

JiMin realmente no era tonto, ni despistado. Sabía que clase de intenciones tenían la mayoría de los compañeros de su hermano, sobre todo porque -para su buena o mala suerte- ellos ya se le habían declarado.

Hace sólo unas semanas Seonghwa lo invitó a salir, pero JiMin tuvo que rechazarlo, le agradaba Seonghwa y mucho, pero realmente no era de los chicos con los que se veía teniendo una relación que fuera sólo sexo.

Seokjin le había hablado un sinfín de veces sobre las actitudes de sus amigos, que eran unos depravados, se aprovechaban de sus menores tratando de persuadirlos para tener sexo[1], los ilusionaban y luego los dejaban.

El problema es que, Seokjin también integraba a YoonGi dentro de esos amigos.

Y otro problema era que, YoonGi le parecía malditamente perfecto, le encantaba demasiado. Pero tenía que fingir que no, puesto que Seokjin siempre estaba protegiéndolo todo el tiempo.

Tampoco es como que dejara que su Hyung lo toqueteara y quisiera besarlo cuando le diera su regalada gana, siempre trataba de esquivar las intenciones del mayor, por más que haya fantaseado con el pálido, besando sus labios, devorándolo por completo y estando a su merced.

Pensaba que habría un momento en el que no podría contenerse y terminaría por aventársele encima.

Tras estar pensando durante varios minutos en aquel chico, sintió como alguien se sentaba a su lado, seguido de eso, algo frío tocó su mejilla.

-Hola bonito, ¿sigues esperándome?- YoonGi le sonrió algo juguetón, observando como JiMin se alzaba de hombros y negaba lentamente -, Seokjin no está.

JiMin quiso decir algo, pero en cuanto abrió la boca, sintió un tirón de la manga de su ropa, quedando a pocos centímetros del rostro de YoonGi. En cuestión de segundos su cara se puso roja, se sentía avergonzado por el simple hecho de haber sido tironeado como si nada, además de que, estar tan cerca de alguien le provocaba nervios, sentía que desde esa posición no se veía tan atractivo.

-Hyung...

-Shhh, sólo quiero un beso, nada más.

JiMin desvío la mirada y negó. No dejaría que sus ganas fueran más grandes que su conciencia, aún quería mantenerse un poco firme, no lo sé, él sólo quería cerciorarse de que tan persistente podía ser YoonGi al ser rechazado constantemente.

Probablemente en algún punto el mayor se aburriría, y así, no se ilusionaría tanto.

-Vamos, Seokjin no está presente - YoonGi tomó su mano con delicadeza, enviando olas de calor al cuerpo de JiMin, como si éste pudiera percibir sus ganas tan grandes de querer comérselo.

-Pero volverá. No quiero que mi hermano se termine enojando contigo, hyung.

YoonGi arrugó sus cejas y negó, alejándose del menor.

-Sabes que Seokjin puede ser muy protector, y aunque soy un hijo de puta, él jamás se enojaría conmigo de verdad - le respondió, tratando de persuadirlo, sí, justo como Seokjin le había dicho -, pero si se entera que te hice algo, supongo que sí terminaría muerto.

JiMin ignoró su broma, y cuando estuvo por responder, algo cayó cerca del rostro de YoonGi, quien pudo atrapar en el aire la mochila del mayor, antes de que está se impactará en su rostro.

-Aléjate, Min - le reclamó Seokjin, arrebatándole la mochila que le había lanzado -, ¿trajiste tu auto?

YoonGi asintió y se levantó de las gradas comenzando a caminar fuera de la cancha.

-Sí, pero el asiento del copiloto le pertenece a mi novio.

Seokjin no entendió a que se refería y JiMin tampoco, sólo se sintió algo extraño al escuchar la palabra "novio" salir de los labios de YoonGi. Tal vez se había conseguido a alguien para entretenerse esa tarde, pero cuando llegaron hasta el estacionamiento y YoonGi abrió la puerta del copiloto, Seokjin casi dejó de respirar.

-Vamos cielo, te toca ir a mi lado.

Y JiMin se puso tan rojo de la vergüenza, cuando cayó en cuenta de que YoonGi se refería a él.







[1] Hace referencia a menores de la universidad o sus Hoobae como se les conoce allá, no a menores de edad.

Don't Tell SeokJin | YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora