My Sunbeam

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Un bonito vestido holagado, largo de color marfil adorna el cuerpo de Harry, al Omega de grandes ojos verdes esmeraldas, labios pomposos, cabellos no tan largos, rizos y castaños, cuerpo curvilíneo este era su más grande atributo visual, su olor a coco que hacía suspirar a cualquier alfa.

Harry le parecía que le quedaba muy bonito su vestido.

Sin duda una de las mejores elecciones de la semana. Al acomodar su cabello para salir con sus amigos. Y también como era fin de semana Thiago su ex pareja y ahora el padre de su pequeña hija, él tenía que llevarsela. El la buscaría a la cafetería.

Desde se habían separado después de tres años de compromiso, se dividieron los día para ver a su hija, Harry se la quedaría de lunes a viernes y Thiago de sábados hasta el domingos por la noche.

su pequeña Roma de tan solo tres años, con una melena castaña clara, labios regordetes como los de su mami, ojitos tan alegre y verdosos, mejillas regordetas y naturalmente teñidas de un ligero rosa y un dulce olor natural a fresas, sin duda una omegita bonita.

El rizado salió en busca de su pequeña hija, enseguida la encontró sentadita en una pequeña silla de madera en su habitación. Tenia la mitad de su torso recostado totalmente de la mesa miniatura a juego con la silla.

Se veía decaída, igual que cada vez que se tiene que ir con su padre.

— Hey amor, ¿que te pasa? — El ojiverde pregunto dulcemente con voz suave. La pequeña se levantó de la silla para quedar parada justo al frente del su mami. Harry se agachó para estar a la altura de la pequeña.

— No quiero ir -hizo un puchero adorable — Yo quiero a mami — Enseguida sus ojitos se Aguarón y la pequeña se solto a llorar, por instinto Harry la cargo en sus brazos, arrullandola en su pecho, basto con meserla un poco para que calmara su llanto.

—Mi amor, vamos — Empieza a acariciar su mejilla y quitarle las lágrimas con el pulgar — Sabes que tienes que ir con tu papá, ¡a parte el me dijo que te tenía un regalo! Seguro y te encantará.

Al parecer eso no le interesó mucho a la niña, pero aún asi colocó su dedito índice en su labio, el gesto que hace cada vez que está pensando. Thiago le había dicho algo de algún regalo a la pequeña Roma.

—No Quiero — Harry suspiro con derrota sabía que no podía convencerla nunca, lamentablemente tenía que irse.

Varios minutos después ambos estaban en el auto del rizado llegando a la cafetería donde se vería con sus amigos y Thiago recogería a cachorrita.

Al salir del auto el Omega enseguida divisó a sus amigos en una de las grandes mesas de afuera del local.
Niall un rubio Omega, de orbes azul intenso, olor a menta, cuerpo esbelto, una gran sonrisa como todos los días, extrovertido y de mucho humor.

Zayn un Omega introvertido, con un buen caracter para algunos temas y para otros es simplemente una masita. Ojos miel, contextura delgada y con voluptuoss curvas, cabello negro Un poco largo, con un fuerte olor a vainilla. Realmente el es atractivo, no culpa a Liam por caer derrotado y enamorado a sus pies.

Por el lado de Liam el Alfa destinado y esposo de Zayn lo conocía desde más tardada edad, los omegas anteriormente nombrados. Cabellos castaños, levemente recortados por los lados, orbes cafés, por su corpulento cuerpo y olor a madera, para todos, juran que es un alfa intimidante, ¡nadie, creería que es un maldito cursi y amable con todos!

Harry realmente le agradaban sus amigos, le agradecía a la luna por esas grandes personas con la que convive casi diariamente.

— ¡Hola chicos! — El rizado fue el primero en saludar a todos.