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Al salir del spa con la espalda renovada por unos gloriosos masajes, un manicure y pedicure de ensueños, Niall y Zayn lo arrastraron a un pequeño restaurante. Styles le aviso a Louis que llegaría un poco más tarde de los previsto, que iría a beber un poco y el Alfa enseguida le aviso que no se preocupara junto con una foto de Roma acostada en su regazo, su cachorra estaba con una colita desordenadas, eso hizo sonreír al rizado.

Ya hace veinte minutos habían pasado desde que habían llegado a su destino, Niall estaba en un asunto muy importante; comprar en su tienda favorita, ya que había el cincuenta por ciento de descuento por doce horas. Ya había anochecido levemente, el vino había llegado a la mesa y el interrogatorio de ambos omegas hacia el rizado.

— Ocultas algo, cuéntalo todo — Acusó el pelinegro burlón, con un dedo amenazante.

— No ocultó nada, lo juro.

— ¡Por los dioses Harry! Literalmente estás más sonriente que nunca, hoy estás radiante, tu sonrisa tonta te delata hasta pareciera que tienes diamantes en los ojos por lo tanto que brillan. — Fue el turno de Niall de sacar un poco de información.

Harry suspiro pesadamente, necesitaba contarle todo lo que había pasado en estas últimas semanas, no sabía cómo actuar al respecto, sus amigos no los jugarían pero aún así sus mejillas se tiñeron de rojo esmeralda.

— Me bese con Louis. — Soltó la bomba como si nada. — y hasta hubo algo sexual... — Ahora sí, era hora de que la tierra lo tragara. La cara de ambos omegas estaban es shock, Niall con la boca en forma de una perfecta "O" y por el lado de Zayn se ahogó un poco con el vino que estaba bebiendo.

— Que carajos...

— ¡ZAYN! ¡te lo dije, dame mis veinte dólares! ¡Gané! — El rubio celebró meneando su cuerpo al compás de una melodía imaginaria.

Harry entrecerró sus ojos directamente al ojimiel. ¡Había hecho una maldita apuesta! El rizado realmente los quería insultar, pero era imposible cuando el vino estaba haciendo efecto en su organismo, fue inevitable aguantar la risa estruendosa.

— Lo siento amigo, pero el día que te llevamos a casa de Louis estabas babeando, — golpeó fuertemente el pie de Niall de bajo de la mesa por su imprudencia. — Auch, no es mi culpa que no aceptes la verdad — Se defendió mientras vertía el líquido rojo en su copa. — Pero cuenta con detalles que no me aguanto la intriga.

— En eso estoy de acuerdo con Niall.

— Emm... Todo comenzó porque lo invité a practicar yoga conmigo...

— Valla clase de yoga, seguro y estuvieron buenísimas las posiciones.

— ¡Niall! Déjame hablar. — Niall asintió tomando su copa de vino en el proceso. — Estaba casi sin límites, no voy a mentir, pero no llego a mucho, Thiago nos interrumpió, Roma estaba en el hospital, y no paso más nada. Hubo un par de besos en los días siguientes pero más nada. — Un suspiro agotador surgió de el, tomó toda la copa repleta de vino y la trago en segundos

— Ni cuando conocí a Liam fue tan intenso... Pero yendo al tema, ¿Louis y tú ya hablaron?, osea ¿a ti te gusta Louis?

— Dioses, no, no hablamos más nunca de eso, yo... Yo, es decir... — el rojo esmeralda se apoderó de toda su cara, cuello y orejas en segundos, su tartamudeo lo delataba, trago grueso. — No sé si me gusta, pero él se porta tan bien conmigo y con Roma, nos compra regalos, el es muy atractivo, guspo, de vez en cuando tengo ganas de besarlo, pero luego recuerdo que no somos nada, y de la nada mando todo al carajo y me tiró a sus labios, y me besa taaan pero tan bien... En fin no se nota que me gusta, ¿verdad?

My SunbeamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora