one
somos una casualidad
llena de intencion.
Un chico bajo de ojos verdes y pelo castaño iba corriendo por el pasillo pidiendo permiso para pasar entre los alumnos y perdon a los que terminaba chocando. Si le preguntaban en ese preciso momento la razon el no iba a saber responder con exactitud por la adrenalina y desesperacion que sentia. La verdadera razon la cual estaba tan apresurado es que su amigo, Tomas, lo habia llamado para contarle todo el chisme que tenia antes de que empezaran las clases.— Permiso, permiso, permi- – No pudo terminar ya que choco con alguien mucho más alto que el y termino derribandolo.
— Uh, perdoname. No te vi. –
El de ojos verdes miro hacia arriba encontrandose con un chico alto de aproximadamente 1,80, pelo azabache y ojos marrones casi negros. Mentiria si no dijera que se quedo colgado viendolo. Pero rapidamente volvio a la realidad levantandose rapidamente y sacudiendo sus shorts negros quitando cualquier rasgo de polvo de ellos.
— No, tranca. Venia apurado, igual tampoco es que veas a muchos, sos re alto. – Respondio teniendo que mirar hacia arriba para ver a tal chico.
— Y vos tampoco que seas muy alto como para verte. – Bromeo el más alto, pero al ver la cara del contrario dejo de sonreir y lo miro con preocupacion. – Perdoname si te ofendi, flashee demasiada confianza. – El castaño empezo a reir.
— ¡Hubieras visto tu cara, te re cagaste! – Continuo riendose en pleno pasillo. El ojimarron tambien empezo a reir levemente ya que su risa era contagiosa. – Bueno, disculpame...
— Ivan, Ivan Buhajeruk.
— Uh no, re piola tu apellido. Yo soy Rodrigo Carrera. En fin, me quedaria hablandote pero tengo que irme. Pero rapido ¿De que grado y seccion sos? – Pregunto de igual forma, le parecia curioso el chico.
— Soy de 6to A.
— Mira, que loco. Yo soy de 6to B, nunca te vi. Bueno te veo por ahi entonces.
— Dale. – Respondio con una sonrisa. Estaba emocionado por hacer un nuevo amigo aun que ya tenga muchos.
— ¡Chau! – Se despidio y el azabache simplemente hizo un movimiento con la mano.
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—¿¡Entendes que vino y me rompio la boca!? – Grito Tomas aun que Rodrigo este literalmente al lado de el.
Ya estaban en el horario del recreo. Formando fila para la tienda de la "vieja pesada" como le decia Rodrigo.
— Bue para un toque enfermo. Estoy al lado tuyo y me estar rompiendo. Y no el orto. – Respondio sobandose el oido.
— Sensible andamos che. Pero enserio fue muy loco. No espere nunca que Pedro me encare asi y menos en su casa.
— Esta re bien igual. ¿Pero ya son algo? –
— Y todavia no. No se que onda con eso pero voy a disfrutar mientras dure. Pero bueno, locura. – El iba a seguir hablando pero ya le toco su turno en la fila. Rodrigo no iba a comprar nada asi que simplemente estaba al lado de el esperandolo. Iba a seguir en ese lugar si no fuera por una cabellera oscura y alta que vio a lo lejos.
— Esperame un toque ya vengo. – Tomas simplemente asintio y siguio pidiendo su comida mientras el bajo iba hacia tal cabellera oscura.
— ¿Ivan?
— ¡Eh, Rodrigo! Hola, no te vi de nuevo. – Hizo otra vez el mismo chiste de hace rato.
— Ja ja ja, sos re chistoso me parece. ¿Estas solo? –
— No, estoy esperando a Nico que esta en la fila. Me da una re paja estar parado al lado de el esperando. ¿Y vos?
— Lo mismo. Solo que con Tomas. Estaba con el pero te vi a vos y me parecio más interesante venir a hablarte para conocerte que escuchar a la vieja chorra de Graciela que ya la conozco bien. – Ivan rio por el ultimo comentario del chico.
— Pienso lo mismo de ella, siempre pone los precios re altos.
Ambos chicos siguieron hablando y riendo sin ser concientes que estos encuentros que tenian afectarian increiblemente en su ultimo año de secundaria y en todo el resto de su vida. Ambos eran una casualidad, muy llena de intencion.
Lana–