Apenas pasó lo ocurrido todas las personas se fueron a encerrar a sus cursos y nadie salía, solo los profesores estaban afuera tratando de asegurar que ninguna de esas cosas entren.
En mi curso estábamos todos mis compañeros, mis amigos y yo, estábamos debatiendo qué íbamos a hacer en esta situación, algunos querían volver a su casa, otros se pusieron a ver las noticias y otros querían quedarse en la escuela y proteger todo.
Hasta que entró mi profesor de química para intentar calmarnos ya que estaban todos nerviosos.
– Chicos no quiero que se alteren, se que esto es algo horrible pero todo va a estar bien – Dijo tratando de calmarnos.
Yo estaba pensando nervioso como íbamos a hacer para sobrevivir, hasta que llegó Emma corriendo diciendo que a Jaz le había dado un ataque de pánico .
Una profesora fue a encargarse de Jaz mientras que los otros emperezaron a decirnos que pongamos barricadas en las puertas para que nadie pueda entrar. La escuela era un caos, todos corriendo y sacando las mesas y sillas de las aulas para armar las barricadas.
El pequeño grupo de profesores que aún seguían con nosotros se empezaron a desesperar, de hecho una de las profesoras del miedo por perder a su familia salió corriendo por una de las entradas y nunca más la volvimos a ver, y así uno por uno fue desapareciendo dejándonos por nuestra cuenta.
Una de mis compañeras, Valentina, se ofreció para organizarnos para poder convivir sin que nos matemos y los que estábamos presentes aceptamos.
Con ayuda de ella nos organizamos las tareas de cada curso, de primer año hasta tercero no podían salir afuera, y lo contrario desde cuarto a sexto, solo nosotros podíamos salir a buscar suministros.
Estuvimos así por dos semanas hasta que la comida que había en la escuela se había acabado y el primer grupo tenía que salir. Los grupos funcionaban en base a tu número de la escuela, en la primera les tocó a un grupo compuesto por seis rugbiers, que de ellos ninguno volvió.
Al ver esa situación las demás personas no querían salir con miedo de morir, así que la escuela se fue dividiendo en grupos que cada poco se empezaban a escapar.
Uno de estos días ya no aguantaba más el encierro y el hambre, entonces fui con mis amigos a hablar sobre el tema de irnos de ahí.– ¿Irnos?.¿A donde? – preguntó Iván.
– A cualquier lado, menos acá – respondí.
– Yo estoy harta de estar acá dentro muriéndome de hambre, yo si voy con vos – dijo Emma.
– De todas formas podemos morir, pero de algo nos vamos a morir en algún momento, yo me uno – dijo Jaz, un poco insegura.
Ya tenía un grupo para irnos pero no me sentía totalmente seguro de ir solo nosotros cuatro, así que empecé a buscar más personas que quisieran irse, y en eso un chico de un año más bajo que yo, muy guapo, se me acercó y me preguntó si el también podía venir con nosotros.
Yo asentí y le pregunté su nombre a lo que el respondió, Oliver.
Mi grupo ya tenía todas las mochilas listas para irnos, y nos encontramos con Oliver en el depósito de deportes para sacar algunas cosas como sogas, bates de béisbol, palos de jockey y también algunas cosas del botiquín, hasta que empezamos a escuchar muchos gritos y agitación.
Esa iba a ser una noche larga.
———————————————————————————
¡Hola!¿Que les pareció este capítulo? Si hay algún error de ortografía avísenme porfis
¿Que creen que va a pasar?