La Pesadilla

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Hola, sí, así es, soy nueva y una más de las tantas escritoras de wattpad, espero y les guste esto. Y bueno, aquí, les dejo este primer y único capitulo, espero lo lean y lo disfruten. Lo hice con la poca pero suficiente inspiración para poder escribir una historia de más de mil palabras. Ya no les quito más el tiempo, les dejo en paz para que lean.



Me desperté algo aturdida y asustada. Tenía puesto un camisón y estaba descalza. Al parecer era de noche. Miré a mi alrededor y solo pude divisar un lugar sucio y con el piso algo mojado y lodoso. Me senté y trate de mover mi pie derecho, pero algo me lo impidió, algo muy pesado que sentí en el. Viré mi rostro en dirección de éste y me dí cuenta que tenía una cadena puesta a él, atada con un candado, el cuál me estaba lastimando mucho. Jalo varias veces la cadena pero sin intención de romperla, ya que por el tipo de material, era ilógico que se rompiera. Estaba asustada, mi cuerpo temblaba y unas lagrimas rodaban por mis mejillas.


-¡Quien sea que esté ahí escuchándome, le ruego. no, le exijo que me suelte!, ¡Suéltame, no soy tu prisionera, no soy tuya!, ¡Entiendes!... ¡Déjame libre! -Grite a la nada para ver si había alguien que me escuchase y me dejara libre.


- ¡Cállate!, ¡Tú no tienes derecho a hablar!, ¡Eres una inútil! -Alguien me gritó con voz gruesa y tenebrosa.


-No me voy a callar! -Le grite furiosa.


-¡Ordeno que te calles! -Me grito con mucha más fuerza y enojo.


De pronto unas luces de mil colores se empezaron a encender y a apagar locamente, unas luces que, al apagarse y encenderse tan rápido cegaban a quien estuviera presente. También se empezó a producir un sonido muy irritante, un ruido no apto paro al oído humano. Era tan estresante y torturarte que comencé a estremecerme. Me revolqué en el piso intentando no ver ni oír aquella monstruosidad.

Como pude me senté de nuevo en el piso y comencé a jalar la cadena y a forzar el candado, intentando romperlo y así poder librarme de aquella tortura. Hice mi mayor esfuerzo hasta que al fin se rompió la cadena. Me levanté y comencé a correr sin dirección alguna, solo corría por aquel pasillo estrecho y silencioso que llevaba a algún sitio. Corrí hasta que llegué frente a una puerta roja y sucia. Abrí con algo de miedo aquella puerta, entre y la cerré. Adentro estaba oscuro, y silencioso. De pronto las luces se encendieron, dejando a la vista algo horrible. Allí estaba una persona torturando a otra que estaba desnuda, atada e inmovilizada, con el famoso método llamado "uñas de gato", que consiste en largos rastrillos filosos, con los cuales se araña la piel de la victima, provocando que esta se desgarrare. Eso era horrible, no apto para la vista. El hombre gritaba y la sangre le corría por la espalda. Mi cuerpo temblaba. Como pude camine hacia atrás, chocando con una puerta café. La abrí y pase a la otra habitación. Ahí había una persona que estaba siendo devorado por una bestia, con la forma de un perro rabioso, pero con el triple de su tamaño. La bestia tenía la boca lle na de sangre y el hombre gritaba y se retorcía de dolor. Mi cuerpo temblaba aún más, el miedo se apoderaba de mi cuerpo y unas nauseas aparecían repentinamente. De pronto sentí que mi camisón estaba húmedo. Bajé mi rostro y vi que poco a poco este se estaba tiñendo de sangre fresca. Me asusté mucho al pensar que esa sangre era mía. Me revise todo el cuerpo, y no tenía heridas. Estaba impecable. Me asusté aún más y casi grito, de no ser por el animal que estaba frente a mi. Retrocedí lentamente hasta que mi espalda y trasero chocaron contra una pared, la cual al contacto se abrió, dejándome pasar a otra habitación. Al otro lado me encontré rodeada por unas paredes llenas de clavos con puntas filosas, las cuáles se movían lentamente hacia mi.

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