Amor a primera fiesta

Carta "Fuiste, eres y serás" ✉❤

POV: Lara Fernández

¡Hola!
Disculpa que te escriba a esta hora, pero después de nuestra conversación tan inconclusa no pude aguantar más. No quiero quedarme con nada por dentro, no quiero que una vez más pase lo de siempre y te marches tu tan confundido y yo en una lucha interna.
Aún recuerdo cómo fue que nos conocimos. Sabía muy bien quien eras, y tú muy bien conocías mi nombre; pero no evitamos el decirnos "un placer conocerte". En ocasiones, pronunciamos palabras torpes, frases vagas, sin aparente importancia, y no conocemos lo que podrán significar en el futuro. Dicen que algo tan simple y sencillo como el débil aleteo de una mariposa puede provocar un tifón al otro lado del mundo. Eso fue conocerte, en mi mundo. Existía algo especial, una conexión que no sabía de donde venía, pero quería dedicarme a descubrirlo. Necesitaba saber por qué mi corazón se aceleraba con un roce de tu tacto, por qué mirarte a los ojos me ponía tan nerviosa, pero a su vez era como ver el sol nacer. Y así, me enamoré de ti. Te convertiste en una parte de mí, que guardé como el más preciado tesoro. Conocí tu ritmo al respirar, tus risas más sinceras o aquellas en la ocultabas tus tristezas. Pero también recuerdo las lágrimas, los te quiero ya no tan reales, el dolor, el adiós.
Aún así, te seguí amando, aunque ya no sentías lo mismo o eso pensaba. Ahí estaba para ti, siempre atenta e interesada en tus preocupaciones. Tratando de olvidarte con amores pasajeros, que solo me hacían recordarte más. Pero pasó, ese clavo sacó al otro clavo. Y aunque con esa persona no funcionó, me replantee toda mi vida. Me di cuenta que la última vez que supe que te amaba, ya estabas muy lejos.
Pero de repente apareces, golpeando mi corazón nuevamente, pidiendo que te abra esa ventana que cerré hace ya un tiempo. Lo siento, pero no. Siempre hemos estado en momentos diferentes, instantes fugaces que no nos hacen bien. Decir que te amaba se queda chico o quizás era incierto. Pero puedo decirte que quería darte mis días y mis noches. Y no había instante de mi vida que no deseara que estuvieras aquí. Pero no fue así. Me cansé de esperar y hoy me estoy reconstruyendo.
Solo queda decirte que fuiste, eres y serás el amor de mi vida, en tiempos diferentes y destinos lejanos. A veces en amigo, a veces en amor, pero siempre sempiterno.

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Sobre el escritor : Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, es considerado entre los más destacados artistas e influyentes de su siglo. En 1971 recibió el Premio Nobel de Literatura por una poesía que con la acción de una fuerza elemental da vida al destino y los sueños de un continente. Entre sus múltiples reconocimientos destaca el doctorado honoris causa por la Universidad de Oxford.