Capítulo 8

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¿Cómo terminaron en esa situación?

Lo último que Taehyung recuerda es que cayó al centro del juego al no haberse sujetado e intentaba pararse sin éxito hasta que sintió cómo alguien lo jalaba del brazo, y cuando abrió los ojos estaba sentado en el regazo de una persona.

Sinceramente no supo cómo reaccionar, el juego seguia sacudiendose y ahí estaba él, encima de las piernas del papá de su mejor amigo.

– Taehyung.

Ni siquiera se atrevía a mirarlo a los ojos, era demasiado vergonzoso.

– Taehyung – repitió – ¿podrías agarrarte de la barra? cogerte está haciendo que se me acalambren los brazos.

– S-si perdón.

El juego seguía sacudiendose, Taehyung se agarró tan fuerte como pudo hasta que en sus brazos se hicieron moretones, ya no quería pasar más vergüenza con el señor Jungkook, mientras tanto Yoongi había caído hace un rato y decidió darse por vencido quedandose tirado en el centro del juego. Luego de unos minutos por fin se detuvo y todos se dispusieron a bajar, menos Taehyung y Jungkook que se encontraban esperando a que terminen de pisar a Yoongi para poder levantarlo.

– ¿Así se sienten las alfombras? – preguntó el pelinegro completamente mareado.

– Jaehyeok va a matarme.

Al momento de bajar del juego, se encontraron con el pelirrojo comiendo un helado tranquilamente como si hace un momento no los hubiera abandonado. Los tres lo miraron molestos.

– Jamás vuelvo a salir contigo – dijo el rubio.

– ¿Y ahora que hice?

– Es hora de ir a casa – cambió de tema el mayor suponiendo lo que se venía si no los detenía.

Así comenzaron el recorrido de vuelta al auto, Taehyung evitaba cualquier tipo de contacto con el mayor por lo sucedido momentos atrás, ahora no tendría manera de explicarle a Hoseok si es que por casualidad los vio.

Yoongi iba atrás de los otros tres, pues aún se encontraba mareado, se detuvo un momento para tomar aire hasta que sintió cómo alguien que venía corriendo le pegó todo su algodón de azúcar en el pelo.

– ¡Mi pelo!

– ¡Mi algodón! – la chica comenzó a llorar falsamente.

– Tu algodón no importa en este momento, mira mi pelo.

– Te hice un favor, devuélveme mi algodón.

– No te voy a devolver nad- – y vomitó.

– Iugh, qué asco, ya no quiero mi algodón.

Y la chica se fue quejándose. Más adelante cuando los otros ya estaban por llegar al auto, se dieron cuenta de que Yoongi no estaba junto a ellos.

– Voy a buscarlo, esperenme acá.

Jungkook dio media vuelta de regreso dejando a los menores solos.

Hoseok miró a su mejor amigo, lo sentía más callado de lo normal.

– Tae, ¿pasó algo con mi papá?

– ¿Qué? ¿viste algo? – preguntó nervioso.

– ¿Eh? no, solo que parece que lo estás ignorando.

– Claro que no, solo-

– Ya chicos, suban – interrumpió Jungkook apareciendo con un Yoongi pálido por detrás.

Y así emprendieron de vuelta el camino a casa.

Primero dejaron a Hoseok y Yoongi, pues les quedaba más cerca. Al momento de llegar, Jaehyeok ya estaba afuera esperándolos.

– ¡QUE LE PASÓ A MI BEBÉ!

– Se subió al tagadá, no hay nada más que decir.

– Mi hijto precioso, ven te llevo a la cama – cogió a Yoongi de los brazos y volteó a ver a Jungkook – Me las vas a pagar.

– ¡No te vayas a desquitar conmigo tío, yo te quiero mucho! – gritaba Hoseok yendo detrás de ellos.

Nuevamente Taehyung y Jungkook quedaron solos.

– Sube Tae, te llevo a casa.

– No es necesario señor, puedo tomar un taxi.

– Vamos, yo te recogí y yo te tengo que llevar de vuelta.

– Está bien.

– Sube en el asiento del copiloto, creo que Yoongi vomitó atrás.

Obedientemente Taehyung subió. Todo el trayecto fue silencioso, pues ninguno sabia qué decir o hacer. Cuando llegaron al edificio en el que vivía, el rubio por fin decidió hablar.

– Señor Jungkook, sobre lo que pasó en el juego... le pido disculpas nuevamente, no supe cómo reaccionar, usualmente no me suelo comportar así, lo juro, es solo que usted...

– ¿Yo qué?

– Usted me pone nervioso, es como si mi cuerpo se congelara cuando se trata de usted, le prometo que no volverá a pas- – y lo besó, el papá de su mejor amigo lo estaba besando. Para su buena o mala suerte, Taehyung era débil ante él y le siguió el beso, cayendo ambos en la tentación saciando las ganas que se tenían luego del primer encuentro que tuvieron. Estuvieron así por dos minutos hasta que el celular de Taehyung comenzó a sonar. Era su papá. Lentamente se separaron y se miraron por un momento hasta que el rubio por fin contestó.

– Tae ¿ya vienes?

– Si papá, en un momento llego.

– Okey hijo, me avisas para salir a esperarte.

– No es necesario papá, no te preocupes.

– ¿Estás seguro?

– Si pá – lo que menos quería era que su papá viera que estaba a solas con el pelinegro.

– Bien, acá te espero – y cortó la llamada.

El ambiente se volvió callado, ninguno sabía que decir luego del beso.

– Uhm, ya me voy, muchas gracias por todo señor Jungkook.

El mencionado solo asintió. Luego de que Taehyung bajara del auto e ingresara a su edificio, Jungkook solo se quedó ahí pensando en qué demonios estaba haciendo.

"No le puedo hacer esto a Hoseok"

Suspirando, decidió volver a casa, mañana seguiría pensando en eso, ahora debía aguantar las quejas de su hermano por el estado de Yoongi.

...


– No.

– Por favor Jaehyeok.

– No.

– Por favor.

– Que no.

– No me puedes denunciar solo porque Yoongi vomitó, él también quiso subir al juego.

– Atentaste contra la integridad y bienestar físico de mi hijo, por supuesto que te puedo denunciar, mal hermano – dijo con los brazos cruzados.

– Tío ¿en serio vas a dejar a tu sobrino favorito sin papá? te recuerdo que si se va preso tú me vas a tener que criar.

Jaehyeok lo pensó seriamente.

– Tienes razón, eres todo un reto y aún soy muy joven para acabarme la vida contigo, Jungkook estás disculpado. Ahora retirense de mi habitación, chu chu.

– ¡¿Disculpa?! – Dijeron padre e hijo al unísono.

– Buenas noches – dicho esto esto, el hombre les cerró la puerta en la cara.

Ambos se quedaron un poco confundidos con lo que acababa de pasar.

– Bueno padre, son 5 dólares por la ayudadita.

– Buenas noches Hoseok, que descanses – el pelinegro rápidamente fue a su habitación.

– ¡Papá no te vayas, págame!

Unos años de más | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora