ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 05

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Beomgyu ya había ido al doctor, ya sabía que es lo que tenía, por lo que no se preocupaba tanto, solo no quería que las cosas empeoraran.

Como siempre Beomgyu se despertó por las ganas de vomitar, el despertador ya no le servía de nada. y por las noches dormia muy poco a causa de las náuseas. Se dirigió rápidamente al baño y comenzó a vomitar, notando como pétalos caían de su boca.

Al terminar se dió una ducha no muy larga, se vistió y cepillo sus dientes. Se maquillo con un maquillaje que le regalo Sunoo para las ojeras, y salió de su casa dirigiéndose a la universalidad.

Al llegar vió a lo lejos a Sunoo que estaba junto a Sunghoon, pensó si debía acercarse a ellos, pero al verlos besarse era un obvio no. Se sentó en una banca a esperar a sus otros amigos y luego de algunos minutos llegó Jeongin sentándose junto a él.

—¿Por qué estás aquí? ¿por qué no fuiste junto a Sunoo?

—Estaba con Sunghoon.

—¿Y eso qué? — Jeongin no entendia porque decía eso, ya que se habían hecho amigos de Sunghoon.

—Se estaban comiendo la boca, y yo no quería ver eso de cerca.

Ambos comenzaron a reír y se quedaron algunos minutos hablando hasta que se les acercó Sunoo, Sunghoon y Soobin.

—¡Hola chicos! — dijo Soobin emocionado.

— ¡Hola Soobin! — responde Beomgyu con una gran sonrisa.

Se quedaron conversando el grupo de amigos hasta que sonó la campana que indicaba que era hora de ir a sus clases, Sunoo y Beomgyu caminaron juntos hasta su salón ya que tenían la misma clase.

—Beom, recuerda que hoy tenemos que hacer nuestro trabajo.

—Sí, sí lo sé.

—Me tienes que traer galletas y yo soy feliz. — Ambos rieron y entraron al salón sentándose juntos.

El día pasó con normalidad, Beomgyu no había vomitando tantas veces, ya que se había comprado una medicina que le recomendó el doctor.

Las clases ya habían terminado, Sunoo y Beomgyu se encontraban caminando hacía la casa del menor, pero iba otra persona junto a ellos, Sunghoon, que estaba acompañando a su querido novio, haciendo que Beomgyu se sintiera incómodo.

—Amor, no es necesario que me acompañes hasta casa de Gyu.

—Lo sé, pero igualmente lo haré, queda de camino a mi casa.

Y así iba hablando la pareja, lo único que quería Beomgyu era llegar rápido a su casa y dejar de sentirse el mal tercio. Luego de algunos minutos llegaron a la casa del menor, ambos se despidieron de Sunghoon y entraron a la casa.

Estaban haciendo su trabajo mientras comían algunas golosinas, Beomgyu se había comenzado a sentir mal, las típicas ganas de vomitar se hicieron presentes haciendo que el menor corra hasta el baño.

Cerró la puerta rápidamente y comenzó a vomitar aquellos pétalos, los últimos días su vómito solo eran esos pétalos.

—Beomgyu, ¿estás bien?

Sunoo tocó la puerta y no obtenía respuesta ya que Beomgyu estaba ocupado escupiendo los pétalos. Sunoo abrió la puerta encontrándose a su mejor amigo escupiendo pétalos.

—Hanahaki...

El menor sólo pudo asentir con la cabeza y una lágrima bajó por su mejilla.


. . .



"Hanahaki" que por sus caracteres significa "Enfermedad de las flores" la cual se padece luego de tener un amor no correspondido, las raíces empiezan a crecer en los pulmones y de están nacen flores que bloquean el sistema respiratorio, por esto mismo es que tosen flores, hasta que llega el punto en dónde simplemente trancan todo el sistema y la persona muere, aunque se dice que la enfermedad tiene cura mediante cirugía, todo sentimiento (y en algunos casos hasta recuerdos) se olvidan por completo, como si nunca hubiesen estado, así la persona no puede volver a sufrir por desamor. Es una enfermedad ficticia pero llena de mucho sentimiento, porque habla literalmente de como las personas mueren internamente por desamor, y las flores son representativas del amor que siente la persona y de como eso lo mata por dentro.

𝙋𝙧𝙚𝙙𝙚𝙨𝙩𝙞𝙣𝙖𝙙𝙤𝙨 | KaigyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora