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Se llegaron las vacaciones! y porfin a disfrutar un momento de paz y que mejor que en compañía de alguien que realmente te entiende y no trata de cambiar para agradarte, es honesto y transparente, no mide sus palabras ni mucho menos busca cambiarte a ti.

Ese día como lo habían acordado llego Bakugou a buscarla a su casa después del almuerzo, su apariencia daba mucho que desear, es el típico chico con apariencia de fuck boy que solo busca problemas y no busca estabilidad, cualquier padre al verlo trataría de alejar a su hija. Se acercó a la puerta de la enorme casa, realmente pensaba que su casa era enorme pero al ver la de ella, estaba frente a un palacio quizá, tocó el timbre y espero pacientemente a ser atendido.

-Buenas tardes, diga.

-Anciano, busco a ____.

Al escuchar su petición el viejo Kayaga no pudo evitar preguntarse como es que alguien como el le interesaba a la señorita ____, eran tan diferentes.

-Por favor, pase joven... Puede esperar en la sala mientras ella termina de alistarse.

Lo llevó directo a la sala y le indicó que se sentará, tomando este una posición de amo y señor mientras el esperaba, le dejó una bebida a manera de cortesía y se marchó. Minutos más tarde se acercó el padre de ____ a saludarlo como es debido y con todo el respeto que se merecía, se sirvio un wiski en las rocas y le ofreció un poco a él, quien acepto.

-Mi hija dijo que eres un héroe.

-Así es Sr.

-Sabes, es extraño que seas el primer joven que viene a esta casa y no intenta ser un lamebotas o un fanfarrón fingiendo buenos modales - ese comentario realmente era algo extraño, pero tenía razón, siempre le iba mal, buscaba los mejores chicos y terminaban siendo unos patanes.

-Escucheme Sr. Me interesa su hija de hace mucho tiempo y no soy un lamebotas o un fanfarrón, no soy como esos idiotas, yo se lo que quiero- tomo una pose firme y lo miró retador mientras daba un trago a su bebida. El padre de ___ sonrió.

- Eso lo puedo notar con verte, así que tienes mi permiso muchacho, conquistala pero si la haces llorar no creas que me quedaré de brazos cruzados.

-Estoy lista! - ella bajo después de un rato y se acercó a la sala viéndolos- esta todo bien?

-Todo de maravilla querida, vayan y diviértanse, fue un gusto conocerlo joven- se levantó y se acercó a su hija para abrazarla, sonrió y se quedó parado ahí mientras ellos se despedían y salían de casa, pudo escuchar el sonido de la motocicleta de Bakugou y sólo pensó que realmente esto podría funcionar.

Aparcaron en el estacionamiento de un pequeño hotel en la playa y entraron para registrarse, cuando se acercaron a la recepcionista pidieron habitaciones separadas para respetar el espacio de cada uno, aun que a Bakugou esto no le pareció accedió a sus condiciones, después de todo hacia mucho que no se veían y era la oportunidad para conocerse un poco más, no podía echarlo a perder.

Subieron a sus habitaciones que de hecho estaban una a lado de la otra conectadas por una puerta en el interior que permitía el acceso a cualquiera de las dos siempre y cuando no tuviera el seguro puesto del lado de la habitación de ______.

- ¿Bueno, dejemos las cosas y bajemos a la playa no crees? - dijo ella.

Cuando por fin llegaron a la playa se apoderaron de dos camastros con vista al mar y cercano al bar, Bakugou se quedo acostado en su camastro mientras ella se metía a nadar, realmente se veía hermosa en ese traje de baño de dos piezas, era algo tentador y él pudo notar como todos los hombres en el lugar no dejaban de mirarla. Cuando por fin salió, se acerco a los camastros y vio que él se levantaba y se dirigía al bar, se sentó y empezó a secar su cabello, cuando un sujeto se acercó a ella.

-Hola muñeca- le dijo sonriendo mientras le guiñaba un ojo- no te gustaría pasar un rato agradable conmigo?

-Disculpa, pero vengo acompañada.

-Lo dices por ese idiota? Vamos te divertirás más conmigo- le jalo la mano insistente, forzándola a levantarse y planeando llevársela arrastras.

-Basta! ¡Déjame en paz bruto!

Cuando de pronto un líquido frio cayó desde su cabeza hasta sus hombros -te dijo que la dejaras en paz, bruto! - Bakugou había llegado justo a tiempo, el sujeto la soltó y se marchó de ahí.

-Gracias, que se cree ese sujeto.

-Es por ese bikini.

-Como?

-Nada- se sintió avergonzado por su comentario fuera de lugar- te traje una bebida, pero termino en su cabello.

-No te preocupes, ven vamos- le tomo de la mano y caminaron a la barra del bar donde se sentaron a beber y comer por un par de horas.

-Disculpen- dijo el barman- porque no vienen más tarde, pondremos una pista de baile y tendremos una pequeña disco a la orilla del mar.

-Que magnifica idea!, muchas gracias, entonces creo que deberíamos ir a descansar – dijo ella mientras se levantaba, se notaba que las copas habían hecho efecto pues al levantarse se fue de lado, a lo que Bakugou la auxilio y sostuvo antes de que se callera.

-Estas borracha, ni siquiera sé si llegaras a la noche de baile en tus sentidos- la tomo en sus brazos y la cargo hasta la habitación del hotel, en el camino ella iba riendo y moviéndose tanto que casi logra que ambos cayeran al suelo del lobby – basta no te muevas tanto!

-Vamos no seas tan aguafiestas!- la dejo en su habitación y él se dirigió a la suya para que pudiera alistarse, primero escucho como ella cantaba y reía en su habitación, después de darse un baño el también se acostó un poco en su cama y prendió el televisor, cuando vio que la puerta de en medio que separaba su habitación de la de ella se abría y ella entraba lentamente con la mirada avergonzada- puedo acompañarte mientras ves televisión?.- el algo sorprendido mostro una posición firme pero por dentro gritaba por la oportunidad que se le presentaba.

-Claro entra- dio unos golpecitos a la cama indicándole que se acomodara a su lado, ella se acerco y el la abrazo mientras veían televisión, reían y bromeaban mientras veían una película, y así paso la tarde llego la hora de asistir al baile pero ellos se habían quedado dormidos, abrazados disfrutando un momento de intimidad que nadie les daría, se sentía único, era un momento especial, ninguno de los dos había sentido tanta paz en los brazos de otro como ellos dos solos en ese momento, todo fue tan intimo sin necesidad de llegar a lo sexual, no quería arruinarlo, aun que el sabia que la deseaba y ella no podía negar que el realmente la volvía loca.

Y así pasaron las vacaciones, dos semanas en la que ambos salían constantemente, ella iba a cenar a su casa y el ya hasta charlaba con el padre de ____, mientras bebían wiskhy cada vez que la iba a buscar.

-____, me dio mucho gusto encontrarme contigo aquí estas vacaciones- dijo el mientras caminaban y ella iba comiendo un helado.

- ¡A mí también, dios! ¡Este helado esta delicioso! - él le sujeto la mano y la paro en seco, mientras que ella confundida lo miraba.

-Que sucede? - y paso, le robo un beso que logro que tirara su helado, era un beso suave pero profundo, podía sentirse el deseo de el por ella, sus labios le hacían saber cuanto la deseaba, su respiración entre cortada podía sentirse y a el no le importa estar en medio de la calle, mientras la gente pasaba, cuando por fin pudieron separarse y recuperar el aire en el abrazo.

-___, quiero que seas mi novia. - estaba estupefacta y no sabía que más decir, realmente está sucediendo? Sin decir nada lo abrazo fuertemente y se aferró a él, metiendo su cara En su pecho y dando una respuesta un poco audible – sdaasdad-

-Que? -

-Sdsd-

-No seas tonta no te escucho! - ella separo su cara del pecho de él y lo miro.

-Me encantaría!

SOLO TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora