Capítulo 11

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El silencio abundaba en la habitación donde yacían los presentes con su atención en la joven de cabellera negra, su mirada se mantenía llena de curiosidad por saber que es lo que tocaría sin embargo, antes de eso...

_____: Athena... -Llamó observando a la mencionada- ¿Puedo retirarme la máscara al menos por este par de minutos? -Cuestionó, su respeto hacia ella era evidente-

Athena: Puedes hacerlo, _____ -Calidamente accedió asintiendo levemente-

_____: Lo agradezco mucho.

Volvió su mirada hacia las teclas de aquel instrumento, llevando una de sus manos hacia su máscara, retiró la misma con cuidado, a medida que la retiraba completamente dejaba a relucir su bello rostro, sus ojos cerrados, sus labios cellados y su semblante tan tranquilo podían notarse o al menos para ella misma, pues estaba dando la espalda a los presentes, nadie observaba aquel maravilloso rostro que la joven poseía. Ahora podía ser ella misma, dejar a un lado su espíritu guerrero y solamente demostrar el alma de aquella chica cautela en su interior.

_____: Ahora estoy lista -Soltó un suave suspiro abriendo con suavidad sus ojos y dejando mostrar una sonrisa en su rostro-

Una vez más, un tono... Dos tonos... Tres tonos y así comenzó una dulce y suave melodia, misma que era simple pero llena de sentimientos impregnados en cada una de sus notas sutiles.

(imaginen que es ella)

A medida que avanzaba, su corazón latía con mayor intensidad sintiendo cada una de las dulces notas inundando la inmensa habitación acompañada de expresiones sosprendidas por parte de los presentes.

*Flash-back*

Totalmente agotada, con heridas por todo su cuerpo y su ropa gastada no pudo evitar dejar caer su cuerpo al frente de la cabaña donde su maestro Daiken le esperaría. Había vuelto de una misión más encomendada por su mentor, no había sido nada fácil, pues llevaba poco más de la mitad de su entrenamiento en ese lugar.

_____: M-maestro... -Balbuceó sobre el suelo rindiendose-

El mencionado no se encontraba en la entrada como acostumbraba cada día para esperar a su discípula, no había rastro de él, no hasta que el abrumador silencio del perímetro comenzó por desvanecerse tras una serie de dulces notas musicales. Aquella, confundida por ese sonido, levantó la mirada hacia el frente reconociendo de donde provenían aquella melodia que lograba escuchar, si, provenía del interior de la cabaña. Agotada y herida logró sacar fuerza para levantarse y, tambaleante, logró ingresar a la cabaña buscando por las habitaciones de donde provenía el sonido hasta cruzarse con una puerta peculiar, misma que no había visto durante toda su estancia en el lugar, decidida ingresó a esta encontrándose con una imagen que jamás se habría de imaginar; se trataba de su mentor sentado al frente de un hermoso piano el cual era tocado por él.

_____: Woow... -Susurró con sorpresa y a la vez dolor por todo su cuerpo-

De repente la melodia dejó de escucharse, el joven Daiken volteó a ver a la chica reincorporandose.

Daiken: Así que ya has vuelto -Mencionó a la par que se levantaba de su lugar- Me alegra, has conseguido esta misión, ahora curare tus heridas, no lucen nada bien.

_____: M-maestro... No sabia que tocaba el piano.

Daiken: Lo he aprendido hace muchos años atrás -Dijo, apenas lograba verse una ligera sonrisa en su rostro-

_____: Toca... Bastante bien -Confesó con sus últimas fuerzas, pues su cuerpo cayó sin más al suelo dejando a la chica inconsciente.-

[...]

_____: ¡Por favor!, le juro que aprenderé muy rápido -Suplicó la chica de máscara-

Daiken: Eso solo hará que tu entrenamiento vaya a destiempo -Negó por quinta vez-

_____: Solo muestreme lo básico, en un par de días estará bien.... O quizá un poco más, no será mucho tiempo, ¡lo prometo!, aprendo rápido -Observó a su maestro mencionando aquello incesante y suplicante-

Daiken: ¡Bien!, no dejaras de insistir hasta que lo haga así que acepto.

[...]

Daiken: Tenias razón, aprendes rápido, sabes ahora lo básico y también lograste aprender aquella melodia en poco tiempo -Orgulloso aunque bien ocultado mencionó aquello hacia la chica-

_____: ¡Gracias!, he puesto mi mejor esfuerzo y también gracias por dejarme tocar esa melodia suya, siempre la llevaré conmigo como un lindo recuerdo de usted.

*Fin de Falsh-back*

El silencio en la habitación volvió a reinar una vez más, todos los rostros presentes demostraban asombro y, entre todos ellos, había uno que resaltaba más, a tal grado que después de salir de su trance se acercó sin más hacia la chica rodeando su cuerpo con sus brazos de frente.

Seiya: Estoy tan orgulloso de ti, hermanita -Mencionó el castallo con suavidad-

Mientras ella tocaba la melodia, aquel joven de cabellos castaños había llegado justo a tiempo escuchando la melodia que tocaba su hermana hasta el final.

_____: Gracias por eso, hermano -Sonrió con calidez aceptando el abrazo de su hermano-

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Holaa! Mis queridos lectores, espero estén muy bien, aquí les dejo el siguiente capitulo <3 sin más que decir me retiro. ¡Hasta la próxima caballeros y amazonas! 👀✨

Reencarnación (Saint Seiya y tú) Book #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora