¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
EMILIA ENTRABA EN EL SALÓN CUANDO VIO su mejor amigo acercarse al nuevo invento de su figura paterna, que atrajo su atención.
—Oh, yo no tocaría eso, Leo. Él es muy cauteloso con sus inventos —Emilia se echó a reír, caminando hacia donde estaba él.
—¡Emmy! —gritó Leo, corriendo hacia ella y atrayéndola en un abrazo.
—Sí, gracias, Emilia. Eso es mi última creación. La primera televisión en 3D completamente interactiva de Industrias Davenport —respondió Donald mientras los dos adolescentes se acercaban a los adultos.
Emilia abrazó a Tasha mientras Donald le enseñaba a Leo el nuevo invento. Leo, siendo el bicho raro que es, retrocedió dando tumbos para intentar atrapar la pelota de béisbol holográfica hasta que se oyó una voz.
—¡Cuidado con mi cara, termita! —habló Eddy desde la pantalla detrás de Leo; con la que había chocado al ir hacia atrás para atrapar la bola.
—Mamá, esa vocecilla que oía en mi cabeza ha vuelto —murmuró Leo después de mirar a los lados y Emilia puso los ojos en blanco, riéndose del chico.
—No, este es Eddy. Es el sistema inteligente de la casa. Eddy, este es mi nuevo hijastro, Leo. ¿Recuerdas que Leo y Tasha iban a mudarse aquí?
—Je je je, bienvenidos. Todo lo que hay aquí es mío —dijo Eddy, haciendo que Emilia pusiera una vez más los ojos en blanco.
Ella se aclaró la garganta antes de volverse hacia Tasha y Leo.
—Ignoradle.
—Eh, Leo, ¿por qué no vas a ver tu nueva habitación? —dijo Donald acercándose a él y girándolo—. Ve recto por ese pasillo, y cuando veas la habitación con los videojuegos, los muñecos de acción y la tele de 50 pulgadas... sigue, porque esa es la mía —le indicó y la sonrisa de Leo se transformó en un ceño fruncido, haciendo que Emilia soltara una carcajada.
