Mi Shizune

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El sábado llegó y con todas mis salidas no me había dado cuenta, parece que el sake y los cigarrillos hicieron bien su trabajo al calmar mi ansiedad, cada vez que salía noté que Shizune todavía estaría en casa y cada vez que regresaba también estaba ahí; seguíamos haciendo las actividades que nos correspondían pero interactuabamos en lo más mínimo posible.

Ese día salí cerca del atardecer, salí a mi encuentro con mis amigas a tomar una copa, era alrededor de las 5:00 pm cuando salí de casa y Shizune sólo se quedó lavando los platos mientras me miraba de reojo parecía querer decirme algo pero no lo hizo; tomé mi juego de llaves y salí.

Estuve un buen rato en un bar en compañía de Kurenai y Anko, comimos algunos aperitivos y lo combinábamos con cervezas y sake.

- Ahgg... ¡Cómo desearía salir con alguien!

- ¿Tienes siquiera algún pretendiente Anko?

- No, ¡por eso lo digo!

- ¿Y cómo que tipo te gusta?

- Mmm... bueno, no soy exigente, sólo que no le gusten los dulces, porque en verdad tendríamos grandes problemas si lo veo comiendose los míos. ¡Ah! Y que tenga el cabello plateado.

- Uhh... un tipo serio y con cabello plateado, ¿de casualidad no te gustaría que también tuviera una cicatriz en el ojo y cubriera siempre la mitad de su rostro?

- Eh... Ah...- Si, no era secreto que sabiamos que a Anko le gustaba Kakashi, pero siempre era divertido molestarla.

-Si te gusta tanto, creo que deberías considerar dejar los dulces por un tiempo.

- ¡¿Cómo sabes que no le gustan las mujeres con curvas?!

- jajaja, vamos, vamos, en realidad no sabemos de que tipo le gustan, pero no estaría demás que dejaras los dulces por tu salud. Si algún día se llegará a enamorar de ti, ¿no crees que si te enfermas no podrás disfrutarlo por tanto tiempo?

- Oh... no lo había pensado, tienes razón, ¡me pondré a hacer mucho ejercicio!.

- jajaja está bien, pero no se te olvide reducir tu consumo de dulces, es sr. Dango vs sr. Kakashi.

- Aggg! ¡mis dos amores!, al menos sr. Dango si me corresponde.

- Tranquila, como dijo Kurenai, quizás tengas oportunidad, sólo cuida más de ti y sé un poco más segura de ti misma.- eso le dije a Anko, quién lloraba falsamente mientras se servía más cerveza, aunque en realidad creo que no era la indicada para decir eso, sobretodo porque en mi caso, tenía sentimientos por mi amiga.

- ¿Qué le pasa Tsunade-sama?, ¿todo está bien?

- Si, ¡Has estado muy pensativa!, ya sé, ¡no me digas!. Acaso... ¿ya tienes a un enamorado?

- Mmm...¡No-No!.- Al preguntarme eso, me di cuenta que me avergonzaba el hecho de que supieran de quien estaba enamorada, la verdad, no había pensado en las consecuencias de mis sentimientos y por lo tanto, admito que me daba un poco de miedo confesárselo a mis amigas. ¿Sería algo enfermizo?, ¿me verían mal?.

- Oh, vamos Tsunade-sama, a estas alturas y por todo lo que hemos pasado, ¿no cree que lo mínimo que merecemos es ser felices?, supongo que no no quiere decir porque es alguien más joven o en otros casos quizás se trate de alguna mujer.

Casi me ahogo con mi cerveza e hice una escena vergonzosa en la que escupí la bebida, se me olvidaba que Anko siempre era examinadora en los exámenes chunin y por lo tanto, era una mujer a la que no se le escapaba nada. En efecto, dio justo en el clavo con sus suposiciones y ahora me miraban con escrutinio.

Mi Shizune - Tsunade x ShizuneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora