Después de aquel día de mi arrebato emocional, Shizune aceptó a quedarse conmigo, ella no quería ser una molestia, sobretodo porque quería respetar mi privacidad y mi decisión por haberme ido de la aldea a lo que yo le aseguré que no tenía ningún problema y que esperaba que ya no fuera un malentendido.
Ella había hecho el contrato con sus inquilinos por un año, plazo que según decía la pareja que en ese tiempo esperaban ahorrar para comprar al menos una humilde vivienda.
Cuando escuché que el tiempo de espera para que regresara a su casa era largo me alegré, teníamos que ponernos al día y eso significaba que la soledad no me acompañaría por un buen tiempo.Shizune se instaló en mi habitación de invitados, dijo que el pago de la renta que había acordado en un principio lo iría a recoger cada primer día de cada mes y que aprovechando de ir a la aldea compraría cosas que faltaran en la casa, me negué en un principio, puesto que no quería abusar del dinero de Shizune, pero ella me dijo que se sentiría incomoda si no pudiera cooperar para mantener sus gastos así que terminé por comprender su punto y llegamos al acuerdo de dividir los gastos y las tareas del hogar.
Mientras yo me encargaba de lar reparaciones generales y el jardín, ella se ocuparía de lavar la ropa y el aseo interno de la casa, las comidas las prepararíamos juntas para así poder aprender yo a cocinar mejor y los fines de semana ambas haríamos el aseo general. Los gastos de alimentación, medicinas, gas y demás los dividiríamos a la mitad; así que por tal motivo, procurábamos ser cuidadosas de no abusar de las cosas para no hacer injusta la división de cuentas.
Así pasamos los primeros 3 meses juntas, trabajando como lo veníamos haciendo desde hace años de convivencia, pero una mañana del 3 de mayo sentimientos nuevos en mi florecieron y con ello, mi historia de culpas y amor comenzó.
Recuerdo que eran las 11:30 de la mañana, habíamos terminado la hora del almuerzo y ahora nos encontrábamos afuera, mientras yo me encontraba arreglando las cercas de mis cultivos Shizune estaba tendiendo las sábanas que recién había terminado de lavar; me encontraba tan absorta en mi tarea que no escuché que Shizune me hablaba hasta que sentí la presión en mi mejilla de una bebida fría y noté un canasto vacío en el suelo.
-TSU-NA-DE-SA-MA.- dijo ella sonriendo
- ¡AH!, ¿Qué- qué pasó?
- Necesito su ayuda para cortar mi cabello, es bastante molesto tenerlo largo y además está comenzando a hacer calor. Entonces, ¿me ayudaría a cortarlo más tarde?.
Fue en ese preciso momento cuando digo que las cosas cambiaron, la luz del sol iluminó el sonriente rostro de Shizune, el viento hizo su majestuosa aparición dándole movimiento a su ahora larga y abundante cabellera negra; y yo sólo podía pensar en una cosa: ¨bonita¨, se veía bastante bonita, como nunca antes lo había notado tenía una belleza deslumbrante; una belleza que se adquiere con el pasar de los años y tu cuerpo parece absorber la transición entre la juventud y la madurez de la sabiduría. Así era Shizune, había crecido saludablemente y el tiempo le estaba sentando bien.
Comencé a sentirme extraña, por alguna razón, tuve la sensación de haber recuperado un ritmo singular en mi corazón, justo como se sintió hace mucho tiempo. Mis mejillas estaban ardiendo y la temperatura de mi cuerpo parecía aumentar, no sé si fue imaginación mía pero la luz parecía enfocarse a propósito directamente a los rasgos de Shizune.
El tiempo pareció haberse detenido, podía escuchar el errante palpitar de mi corazón, sólo podía visualizar la imagen que tenía en frente, el bonito rostro sonriente de Shizune; no fue hasta que la misma lata fría tocó mi frente que volvió a traerme a la realidad.

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Mi Shizune - Tsunade x Shizune
RomanceTodo está mal, lo sé, por eso le pido perdón al recuerdo del hombre que alguna vez amé y así evitar su tormento; Pero, ¿cómo podría perdonarme si mis disculpas no son del todo sinceras?, no cuando todo se trata de mi Shizune.