Secreto

61 2 0
                                    

Tomó un tarro de lubricante y baño el dildo hasta dejarlo gotear, se acomodó detrás de él y empezó a pasarlo entre sus nalgas. Aún no lograba descifrar en la cara de Hanss si eso era algo que quería o no.

- Si tu ordenas, el hace sin discutir
- Pregúntale

Ella se acercó a su oído, sin siquiera tocarlo y le hablo casi en secreto y sin parar de follarme le respondió algo. Ella se rio de forma tan deliciosa que por poco me hace venir.

- Decir: si mi diosa lo quiere, lo hacer ¿qué decir? 

No sabía ni que responder, por una parte, recordaba cuanto me dolió a mí la vez que probe hacerlo con mi ex y no fui capaz, pero por otra parte Ivanka me llenaba de morbo con esa cara de diabla queriendo satisfacer sus fetiches.

- Dile que sí

Ella se acercó a su oído, no hizo muy buena cara a un inicio, pero luego sonrió tratando de complacerme.

- Dile que vas a ser cuidadosa, dile que lo voy a recompensar por permitir a su diosa disfrutar este delicioso y único momento

Volvió a decirle en secreto, mientras que colocaba la punta del dildo por detrás y con ello lo hacía perder el ritmo y brincar un poco asustado al sentir el frio del lubricante abrirse paso hasta su asterisco.

Obviamente la velocidad a la que lo estaba haciendo disminuyo, acercándose más a hacer el amor que a la bestial y animal velocidad con la que lo estábamos haciendo. Ivanka fue paciente y permitió que él mismo fuera encontrando el momento para hacerlo.

La cara de Hanss se desfiguraba de placer y sentía como su miembro cambiaba de tamaño cada que el dildo empezaba a entrar, aguantaba unos segundos y luego lo sacaba con prisa haciendo que su miembro se metiera muy dentro de mí.

Lo hice inclinar hacia adelante, subiendo una de sus piernas a la mesa. Lo besaba con ternura y acariciaba su cabello. Juntamos las manos entre cruzando los dedos y él se ocultó a un costado de mi cuello, gimiendo suavemente y quejándose un poco cuando Ivanka impaciente empujaba hacia adelante.

Para mí era importante que no se convirtiera solamente en una orden que cumplir, también era importante que él lo disfrutara. Asi poquito a poquito, con paciencia, termino de meterlo todo y sus quejidos transformarse en deliciosos y excitantes gemidos.

Volvió a acomodarse de pie sobre el suelo, recuperando su ritmo. Me incliné hacia adelante quedando el rostro de los tres muy cerquita.

- Tu esposo no se va a enterar por mi --le dije arrancándole el antifaz-- y dile que le ordeno nunca hablar con nadie de esto, dile que nunca paso

Nosotros dos nos empezamos a besar, ella paso sus manos por delante acariciando su torso apretando sus pectorales, pellizcando sus tetillas, besando con excitación su cuello repitiendo sus palabras. Nos convertimos en un solo cuerpo, en un solo placer.

Ivanka me respiraba a escasos centímetros con los ojos cerrados, los abría cuando me escuchaba gemir y se mordía la boca. Pasé mis manos detrás de su cabeza, metiendo mis dedos en su cabello, mirándola a los ojos, gimiendo a punto de llegar al orgasmo.

- Peligro, mucho peligro Ingrid
- Me enseñaste esta noche a no temerle

La atraje a mi boca, sentía como si el peso que llevaba por meses a cuestas, saliera volando y se esfumara, un éxtasis y libertad inundaban mi cuerpo.  Hanss gemía en mi oído mientras nosotras dos no nos despegábamos y jugábamos entrelazando nuestras lenguas, mis manos empezaron a temblar, ya no tenía fuerzas para sostener mi cuerpo y me caí de espaldas contra la mesa.

Ivanka y Hanss se besaban delicioso, aprovechando cada segundo prohibido. Me encantaba ver sus caras su excitación, como Ivanka se separaba colocaba sus manos en sus caderas y lo penetraba mientras miraba hacia abajo y sus senos se columpiaban al mismo ritmo. 

Le colocó las manos a Hanss en mis caderas para que me tomara con fuerza. Luego me mostró a espaldas de él como le daba varias vueltas en sus manos a una cuerda. Me lanzó una mirada casi perversa, una risa malévola.

Se la pasó por delante a Hanss sin apretar mientras le daba un beso, los dos me miraron y sonrieron. Ella comenzó a jalar descargando todo el peso de su cuerpo hacia atrás marcando inmediatamente la división en su garganta.

Asi con la misma velocidad que el en algún momento me estaba penetrando ella empezó a hacerlo y su cara poco a poco se empezó a llenar de sangre. Me miró con los ojos en fuego, me agarró de la cintura y parecía como si me quisiera desbaratar, como si quisiera que su miembro saliera por mi boca.

Los gemidos, lujuria y perversiones y locura poseían nuestra cordura, por nuestros cuerpos solo estaba corriendo lo que nos dictaba el instinto y el placer. Cuando abri los ojos y lo ví a él como poseído de placer con sus ojos blancos hacia atrás froté mi sexo desesperadamente hasta llegar al orgasmo.

Mi vista hasta se nublo y por poco pierdo el conocimiento, recuerdo que cuando al fin pude enfocar vi como Hanss me miraba angustiando por creer no poder aguantar más y conocer mi promesa y la verdad es que no me habría molestado para nada que lo hiciera.

Al ver su preocupación, me apuré en bajarme de la mesa hacerme de rodillas y meter su miembro bañado en mis fluidos, chuparlo con descaro y mastúrbalo con rapidez, hasta que sentí el primer chorro salir disparado en mi interior.

Chicas yo nunca había sido de las que les gustara que se le vinieran en la boca, pero no sé cómo describir lo que sentí esa noche y lo mucho que lo disfrute. Fue como si con eso termináramos de sellar su promesa, como recibir su entrega total a mí. 

Algo que tenía que compartir no solo con mi nueva madrina, sino también con mi nuevo súbdito, ambos lo recibieron de mi boca sin disgusto y sellamos ese secreto de frente comiéndonos a besos entre los tres.

Estaba demasiado agotada, me dolía literalmente hasta el pelo. Hanss me cargo en sus brazos y me llevó a una de las habitaciones. Me cobijo y me dio un beso en la frente, no tengo ni idea que me dijo, pero lo que sea que haya dicho se sintió muy bien.

 Me cobijo y me dio un beso en la frente, no tengo ni idea que me dijo, pero lo que sea que haya dicho se sintió muy bien

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ella es: Ivanka (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora