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Chay se encontraba leyendo mientras espera a su mejor amigo en una de las mesas del patio de la institución.

-¡Hola Chay!- Alguien le hablo de repente haciendo que brincara en su lugar del susto, estaba tan concentrado en su lectura que no era conciente de nada en su al rededor.

Una sonrisa amable se plasmó en el rostro de Chay después del pequeño susto, para luego cerrar su libro y devolver el saludo de forma tímida.

La chica sonrió. -Perdona por molestarte y asustarte, es solo que soy la encargada de la obra de teatro que se hará próximamente y bueno como el año pasado tu nos apoyaste, ¿quisiera saber si no te interesa fomar parte de esto, este año también?

Los ojitos de Chay se iluminaron, una de sus cosas favoritas era la actuación, el canto era su pasión y la actuación era una de su cosas favoritas. -Por supuesto, me encantaría volver a formar parte de eso.- Le fue imposible ocultar su entusiasmo.

-¡Perfecto! Te esperamos a las seis en el teatro para comenzar los antes posible. - Chay asintió muy contento. -¡Nos vemos!

-¡Adios!

-¿En serio otra vez te vas a sobre cargar con el maldito teatro?- Se escuchó la voz de Macao a sus espaldas y por segunda vez Chay brinco de susto.

-¡AH!- Medio grito Chay con su mano en el pecho. -Dios hoy no es mi día en definitiva.- Murmuró soltando un suspiro rendido. -Si, sabes que amo el teatro y siempre que me lo pidan ayudaré en todo lo que pueda.

Macao negó. -Si, para después decir que no puedes con tu alma porque tú horario está muy saturado.

-Mentira yo jamás he dicho que "No puedo con mi alma" ese eres tú, yo siempre puedo con todo, que tú me veas al borde del colapso es otra cosa.- Aveces el egocentrismo de Chay salía a flote, normalmente cuando se sentía en confianza con las personas.

-Solo no me gusta que te sobre cargues de muchas cosas, es cierto que no dices nada pero en ocasiones no duermes y eso no es bueno, podría prometerme que pediras ayuda.

Chay sabía que su amigo tenía razón, y no podía el solo con todo, así que soltó un suspiro pesado. -Bien, lo prometo.











Y es por esa razón por la que se encontraba justo en esa situación, con la vejiga apunto de explotar y la chica a su lado desesperada por no obtener repuesta al tocar la puerta, llevaban más de cinco minutos esperando a que les dieran una repuesta, pero simplemente no la obtenían.

-¡Listo ya no lo soporto más!- Medio grito Chay. -Mi vejiga está apunto de explotar, iré al baño en seguida vuelvo.- Le explicó a la chica a su lado, mirando y caminado en dirección a los baños que estaban después unos cuantos casillero.

La chica que acompañaba a Chay de nombre May, solo asintió volviendo a tocar la puerta y al parecer está vez si obtuvo respuesta, pues la puerta se abrió dejando ver a uno de sus muchos compañeros de clases.

-¡Por fin!, Eh disculpa causarte molestias justo ahora Kim, pero es algo muy importante para mí y nuestro equipo de teatro.- Él chico frente a ella asintió un poco fastidiado sin demostrarlo realmente.

-May ¿verdad?- Preguntó inseguro, la chica de linda sonrisa -y su compañera- asintió. -Claro, dime ¿Qué necesitas?- Pregunto Kim con su típico tono y mirada de desinterés.

May la cual parecía la única de su clase en no temerle le regaló una sonrisa como era costumbre.

-Es que la verdad estoy trabajando en la obra de teatro que se estrenará en dos meses y de las muchas cosas en que pensar una esas es el sonido y música, entonces pensé en tí, se bien que es tu área.- Se notaba la emoción en su voz y mirada y eso a Kim no le podría importar menos. -¿Te gustaría formar parte de este proyecto?- Antes de que Kim soltara un "no creo poder, mi agenda está llena" con un tono de disculpa apenado solo por tratarse de su compañera de clase, otra persona le interrumpió.

-Listo May volví.- Comento sonriente Chay al llegar a su lado -de May-, más cuando su mirada se dirigió a Kim su boca formo una lida "o" y volvió a mirar a May. -¿Él es tu compañero del que hablastes?- May solo asintió, y Chay se sintió incómodo por un segundo al recordar que su mejor amigo le dijo que se alejara de su primo.

Kim reacciono entonces y sonrió por primera vez frente a May con la mirada puesta en Chay, lo cual no paso desapercibido por la chica.

-Ehh espéreme aquí necesito revisar mi agenda, pero parece ser que estoy libre.- May asintió entusiasmada, Chay solo sonrió tenso.

-Creo que le gustaste.- Soltó divertida una vez Kim entró de nuevo al salón.

Las mejillas de Chay se sonrojaron, en lo último que estaba pensando era en eso, el estaba pensando en que Macao le dijo que se alejara de su primo porque no era una buena persona y ahora lo primero que haría sería trabajar junto a él, estaba preocupado casi ansioso, solo respiró mientras negaba, realmente no lo conocía y Chay no era de juzgar antes de conocer, así que mentalmente se prometió darle una oportunidad a Kim.

Después un buen rato teniendo un debate mental Chay por fin reaccionó. -No lo creo.

-Te miro de una forma especial.

-¿Especial?

-Si, y seguro acepta trabajar contigo.

Chay no le dió importancia y solo nego, en el fondo de su corazón se sentía algo deseoso.
Kim era alguien desconocido y a Chay le encantaba conocer personas.

Definitivamente de una u otra forma el destino de ambos era coincidir...



















-¿Realmente puedes ser más lindo aún?- Pregunto Kim mirandole con sorpresa y dulzura.

Dulzura.

Kim jamás en su vida había mirado a alguien de esa forma, ni a su propia familia, pero ahora ahí estaba siendo cálido, delicado y hasta dulce para no asustar al castaño.

Los Theerapanyakul eran bruscos en todos los aspectos, excepto por el hijo mayor quien era la corriente tierra en la familia, quien lograba apaciguar el ambiente tenso y de enemistad que se formaba en muchas ocasiones.

-Mi hermano dice que nací con esa actualización incluida.- Murmuró divertido y con un potente sonrojo en las mejillas, Kim solo pudo reír por el comentario.

Kim veía en Chay su corriente tierra, lo supo desde el primer choque, esos ojos de cachorrito tenían que mirarlo solo a él, y más haya de todo la investigación estaba ese sentimiento de posesión, Chay sería su nueva adquisición, lo queria solo para él. Y siempre había sido un niño caprichoso, y no desistía hasta conseguir lo que quería.

Lo que quería justo ahora era a ese cachorro de ojos lindos y bonita sonrisa, ahora era solo un capricho, un nuevo reto.

Por el momento solo era eso.

Por el momento...



























©TIN

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