Cupid's Company.

Dos

Una repentina sensación le hizo soltar nuevamente un quejido, su cabeza estaba martillando con fuerza con un irritante dolor en su sien, prestó atención a su alrededor reconociendo tratando de reconocer el lugar, se observó así mismo en una extraña piel pálida y observó sus manos.

—¿Estas perdido amiguito?— Habló una voz del otro lado de la habitación.

—Joder Zayn, no es un perro— Susurró.

Sus sentidos se pusieron alerta ante la segunda voz, era una muy familiar, tomó la fuerza suficiente para poder levantar la cabeza y observar dos cuerpos frente a él, sus ojos se iluminaron de inmediato cuando logró ver al castaño, intentando torpemente levantarse en la ducha lo llamó.

—¡Louis! Cuanto me alegro de verte— Sonrió ampliamente tropezando con la tina.

Salió torpemente de esta dejando ver a ambos chicos lo alto que era, extendió sus brazos con naturalidad y abrazó al más bajo haciéndolo gritar por la sorpresa.

—Estoy tan emocionado de estar aquí— Murmuró con euforia.

—Puedo sentirlo— Intentó empujarlo.

El chico de ojos verdes se apartó solo un poco mientras los ojos azules y almendrados se desviaron un poco más abajo, notando la gran emoción que este sentía, estaba desnudo y con una erección. Zayn silbó en un halago y asintió aprobando aquel tamaño.

—¿Quien eres? ¿Como lograste entrar? ¿Cómo sabes mi nombre?— Se cuestionaba el castaño.

—Soy Harry, tu ángel del amor— Sonrió encogiéndose de hombros.

Ambos chicos se quedaron algunos segundos en silencio hasta que el morocho se quebró en una carcajada que causó confusión en Harry.

—¿De cuál te fumaste amigo? ¿Aún tienes?— Preguntó bastante interesado.

—Tu eres Zayn, te conozco, el compañero de Louis— Asintió.

—Esto es una locura, sal de aquí ahora antes de que llame a la policía— Pidió Louis con la amabilidad que pudo.

—¿A donde voy?— Murmuró confundido.

—No lo sé, no me interesa, solo sal de nuestro departamento— Suspiró con un ligero fastidio.

—No puedo irme, tengo que conseguir...a alguien para ti— Refunfuñó por lo bajo.

El castaño lo miró incrédulo y luego a Zayn quien constantemente seguía mirando la entrepierna del rizado.

—¿Es una broma? ¿Me estás jugando una maldita broma, Zayn? — Lo miró con molestia.

—¿De qué estás hablando, Lou? Estoy igual de sorprendido que tú—

—Louis, soy tu ángel, conozco todo de ti— Insistió el rizado.

—Seguramente es un indigente que vive fuera del edificio y se coló aquí, alguna vez escuchó tu nombre y por eso lo sabe— Zayn se encogió de hombros.

—No parece ser un indigente— Murmuró el castaño sonrojado. —¡Cúbrete!—

Zayn sonrió divertido desviando la mirada mientras el rizado buscaba con que cubrirse, un extraño sentimiento se albergaba en su pecho, no creyó que Louis lo rechazaría de ese modo, tiró de la cortina de baño arrancándola sin más y tras un suspiro se envolvió en ella.

—Genial, ahora arruinó el baño— Rodó sus ojos azules.

—No podemos alojarte con nosotros— Negó el morocho.

—No tengo a donde ir— Murmuró afligido el ángel.

Ambos compañeros se miraron, Zayn se encogió de hombros y Louis terminó suspirando.