Los tres mosqueteros |Ghost x Soap x Alejandro x tu |+18

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Como era de esperarse no te dejaron salir de la habitación, ni siquiera a la alberca, así que te quedaste en el cuarto tu habitación tocando y practicando con el violín que tanto extrañaste, cuando tuviste suficiente de tocar, te pusiste a ver algo de tele, comiste lo que pediste para la habitación pues no permitían que fueras a arriesgarte o que supieran siquiera dónde estabas.

Era media noche y no podías dormir, no sabías si de los nervios, por que la cama era diferente o por que no hubo cierta "intervención" como era usual en la rutina desde que se perdió la vergüenza. Dabas vueltas y vueltas por la cama, pero no parecía que fueras a descansar pronto, te levantaste desanimada y aprovechando la oscuridad saliste al balcón a ver un poco algo diferente a ese cuarto con paredes blancas.

El viento soplaba con una frescura agradable, te recargaste en el barandal y con la alta vista de la capital comenzaste a pensar todo lo sucedido estos últimos meses que de verdad fue toda una especie de aventura y cierto autodescubrimiento, te abrazaste a ti misma acariciando tus brazos intentando fingir un poco de cariño.

Todo estaba saliendo bien, bastante que estabas sorprendida y te preguntabas qué tanto tiempo continuaría de esa forma, pues todo estaba siendo bastante arriesgado y sabias como terminaban las cosas así de peligrosas preocupandote pues no querías ir por ese camino pues sin duda alguna te habías encariñado con ellos. Explicar todos los sentimientos y pensamientos que tenías en ese momento en vez de darte sueño te estaba manteniendo aún más despierta.

Te perdías cada vez más en tus pensamientos. giraste un poco tu cabeza para ver a tu costado encontrándote con Ghost qué estaba recargado de espaldas en el barandal del balcón de su habitación con su máscara un poco levantada pues estaba fumando un poco.

— ¡Dios! ¡Que susto! —gritaste en voz baja después de dar tremendo brinco— ¿Desde cuando estás ahí?

—Antes que llegaras, creí que te había dicho que no salieras—soltó el humo de su cigarro.

—Es tarde, además no puedo dormir, al parecer estoy algo nerviosa.

— ¿Nerviosa?

—Si, creo que es la primera vez...

— ¿Tu primera presentación?

—La primera vez que alguien va a verme.

Esa sonrisa en tu rostro llena de nervios a los ojos de Ghost se veía triste. Los detalles de tu expediente fueron a su mente, tu madre murió así que solo tenías a tu padre desde pequeña, imaginaba qué no tenía tiempo para ese tipo de cosas que son importantes para ti, pero no para él.

—Se que de seguro te lo han preguntado, pero lo haré de nuevo ¿sabes por qué tú?

—Bueno, quiza es para que mi padre abandone su campaña y sirve más amenazarlo con su familia que con su propia muerte.

No parecías asustada mientras decías eso, lo hacías sonar como si fuera lo más normal del mundo, quizá porque estabas huyendo desde qué inició todo y lograste cierta inmunidad al miedo de morir.

— ¿Y no te molesta?

—No lo sé, no odio a mi papá, se que esto es importante para él y bueno, estoy acostumbrada a estar ¿Sola? —encogiste los hombros—aunque últimamente me he divertido mucho gracias a ustedes, se siente bien no comer sola, qué me lleven y traigan de la escuela, hablar; de verdad, muchas gracias, espero que esto no se acabe nunca.

En aquellas últimas palabras tuyas Ghost detuvo su cigarro antes de llevarlo a su boca de nuevo y procedió a apagarlo, de cierta forma le recordabas un poco a él y la forma en que vivió su no tan agradable infancia, pero aun así amaba a su familia a pesar de todo.