𝗧𝗲𝗹𝗹 𝗺𝗲 𝘄𝗵𝘆 - 𝘳𝘰𝘥𝘳𝘪𝘷𝘢𝘯

6: Heart To Heart

Todo era perfecto. Las nubes decorando el cielo, las grandes luces blancas dentro del auditorio, el ambiente cálido y familiar, como si todos fueran conocidos de toda la vida. Nunca faltaban las bromas y las anécdotas que la mayoría recordaba del primer viaje. España había sido algo inolvidable para todos incluyendo a Iván. Guardaba ese viaje como un lindo recuerdo muy dentro suyo.

Le gustaba recordar la noche antes de dejar España como uno de los mejores momentos en su vida, la luna tan blanca y brillosa junto con el cielo oscuro acompañado por unas cuantas estrellas, y lo más importante, su compañía. Tenía a Carre sentado a su lado mirando el cielo en completo silencio, atento a quien sabe que. Iván recordó la charla que había tenido con Rodrigo hace un año, parecían vivir dentro de un perfecto sueño, uno que habían comenzado a cumplir juntos. Y claro, Iván sabía muy bien que el trabajo duro tenía sus recompensas, pero ese día no se podría comparar a cualquier premio o reconocimiento, fue tan único y especial.

El castaño volvía mejores sus momentos, su compañía valía completamente la pena y eso Iván lo sabía muy bien, cada momento que ambos habían pasado juntos se guardaban automáticamente dentro de su corazón, como si de un tatuaje permanente se tratase.

E Iván comenzaba a preocuparse por todo eso. Nunca nadie antes lo había hecho sentir de esa forma, tan lleno y con ganas de seguir adelante por más difícil que fuese. Quizás era porque sus ex novias veían una parte en el y al pasar el tiempo terminaban alejándose, pero con Rodrigo era distinto, él no conocía una parte de lo que él era, él lo conocía por completo y mucho más que cualquiera. Rodrigo se había convertido en alguien especial y eso le preocupaba. Temía tener que caer a los pies de alguien que podría dejarlo, y aunque las posibilidades de que eso sucediera eran muy pocas que tal y si un día el despertaba sin querer volver a verlo más, eso lo terminaría matando.

Así que fue por el camino más fácil que encontró, alejarse para no terminar lastimado.

Rodrigo se giro mirando el rostro de Iván por un par de segundos antes de poder decir algo, ambos estaban completamente solos y nadie podía escucharlos.

—Esto es una locura... —suspiro antes de que los ojos de Iván chocaran con los suyos—¿Podes creer todo esto? Amigo estamos cumpliendo todo lo que nos parecía imposible. Y vos, gracias por ayudarme, aguantarme y estar ahí cuando te necesitaba.

El más alto sonrió sin dejar de verlo al rostro, sus lindos ojos brillaban por la luz y se veían perfectos

—Gracias a vos también Carre. Y sabes, aun recuerdo el consejo que me diste la noche antes de volar para acá, cuando me viste ansioso y estresado por todo lo que estaba pasando me ayudaste demasiado. —Carre sonrió subiendo la vista de nuevo hacia el cielo—Dijiste, Siempre valdrá la pena si vos sientes que estas haciendo lo correcto. Y tenías toda la razón, ambos hacíamos lo correcto.

—¿Tu crees?

—Claro, crecimos y aprendimos muchas cosas, de eso se trata todo esto, el trabajo y el esfuerzo ¿No crees?

—Tenes razón. —le sonrió amable sin poder quitar la vista de sus rojizos labios, trataba de disimularlo pero era difícil cuando estaba solo a un par de centímetros —Y vale aún más cuando estas aquí, gracias por quedarte.

—Bueno, gracias a vos por aguantarme—el más pequeño recostó su cabeza en el hombro de su amigo—Siempre serás mi inspiración, nunca olvides eso.

—Vos también. —el corazón de Iván dio un vuelco dentro de su pecho al sentirse en total calma, Rodrigo lo hacía sentir tan bien y su compañía era lo mejor que alguien podría tener sin duda alguna—Te quiero Iván...

—Y yo a ti amigo.

Le hubiese gustado que el momento nuca terminara, pero tuvo que ser así. Ambos volvieron a Argentina y luego de un par de días se habían vuelto unos completos extraños. Rodrigo sacaba lo peor y mejor de él, lo que más temía y al mismo tiempo le demostraba que no había nada de malo en decir lo que sentías, lastimas que no podía, moriría en el intento.