Llego a Alcobendas relativamente rápido, al no ser mi distrito no me suelo mover por aquí. Toco el timbre del primero A y una señora mayor es quién responde, me abre la puerta de fuera cuando menciono que soy de la policía, entro al edificio.
- Señor agente, ¿Qué necesita?
- Me gustaría hacerle algunas preguntas, si no es mucha molestia, por supuesto.
- Oh, pase, pase.
Entro a su apartamento siguiéndola, es una mujer mayor, diría que de unos setenta años. Pasamos al salón y me indica un sillón para que me siente.
- ¿Quiere un café?
- No, muchas gracias señora...
- Llámeme Valerie.
- Valerie. Si no le importa empezaré con las preguntas por las que venía.
- Claro, empiece usted - se sienta en otro sillón verde musgo -. La edad a una le termina afectando, ¿Sabe? - Asiento - Mis huesos ya no son lo que eran.
- De acuerdo, señora Valerie, ¿Conoció usted a Kara Sanders?
El semblante se le ilumina al instante. La conoció.
- Por supuesto, yo misma la traje a este mundo. La pequeña Kara... fue un parto complicado, un parto francés, ya sabe, de lado. Me enamoré de esa niñita nada más verla. Tenía unos ojazos súper grandes, y el pelito rizado, era hermosa.
- Supo algo más de ella o el trato se quedó ahí?
- No. Años después volvimos a encontrarnos... creo que tendría 10 años, o quizá 13... no lo recuerdo, disculpe. La volví a encontrar en el hospital, ella venía a una revisión y yo vi el nombre en su hoja médica. Esa chiquilla tenía una belleza característica, ¿Sabe? Era blanca, pero tenía el pelo afro y los ojos azules, no es fácil de olvidarla. Empezamos a tener más contacto desde ese momento.
- ¿Porqué?
- Porque ella venía mucho al hospital, y al final terminamos dándonos los teléfonos. ¿Sabe usted? Su madre no me caía bien, no se la merecía.
- ¿Porqué dice eso?
- Oh, si usted supiera... esa mujer era muy extraña, y Kara no era feliz. Siempre con su carita de seria, de triste... pocas veces sonreía. A todo esto, ha venido usted a por la caja, ¿Verdad?
- ¿Qué caja?
- Una que me dio Kara hace un año o así. Me dijo que algún día vendría alguien preguntando por ella, ¿No viene usted por eso?
- Si, si. Perdone, no recordaba la caja. ¿Algún dato más sobre la niña?
- Oh, siento no poder ayudarle más. Quedamos pocas veces y como comprenderá yo ya soy mayor, no estoy mucho en la calle. A veces Kara venía a mi casa a jugar, le gustaba mucho este peluche, ¿Lo ve? El corazón le encantaba.
- Muchas gracias por su atención, Valerie. Si es tan amable de darme la caja...
- Ahora mismo se la traigo - se levanta y se va a un cuarto, poco después sale con una caja mediana azul -. Tome, no pesa mucho.
- Muchas gracias. Hasta luego, señora Valerie.
- Adiós agente... venga a tomar café algún día con Kara, suele ser muy divertido.
No lo sabe.
- Por supuesto, Valerie.
Asiento y me voy lo más rápido que puedo. Esa pobre señora no sabe que Kara está muerta, y yo no se lo he dicho. ¿Qué me está pasando? ¿Y qué demonios hay en la caja?
Llego al coche y dejo la caja en el asiento de copiloto.
No quiero abrirla. No todavía. Arranco el coche y me voy a mi casa. Llego a las 19:30, al final he estado en casa de esa señora una hora y no he sacado nada concluyente. Vale, Kara debía tener problemas de salud si iba tanto al hospital; y al parecer ella era muy seria y su madre muy rara. Sigo en el punto de partida. Cojo la caja que había dejado en el suelo y la subo a la mesa de la cocina. La caja está pintada a mano, ¿Habrá sido Kara? Es de cartón duro y, efectivamente, no pesa nada.Me replanteo si abrir la caja o no y si debería seguir con esto. Las pistas de Kara son muy ambiguas, ¿Qué quiere que descubra?
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Mi Muy Estimado Lector
Mystery / ThrillerSu vida esta arruinada desde que nació, no tiene otra salida. Una carta, un suicidio, culpables. El comandante Parker encuentra el cuerpo de la pequeña Kara, de 17 años. Está dividido, ¿Cumplir el último deseo de una suicida? ¿Olvidarse del tema? No...