... Enamorada de un joven león que solo con ella se muestra totalmente diferente... Dos caras, una persona... Muerte y vida... El juego de tronos, lleno de sangre y desesperación, vida y muerte.
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--Un dragón no puede ser dominado por leones, mucho...
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Ya estaba lista para irme a la muralla, decidí ir yo sola, con tal iba en el lomo de Nidrak, pero algo me sorprendió fue el regalo que me hizo mi rey antes de partir.
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--Esto es fabuloso... No tengo palabras--
--Lo mejor para mí princesa y futura reina-- *dijo el rey acariciando suavemente mi espalda*-- Yo mismo la diseñe, me vace sobre la danza de dragones --
--Gracias...-- *si, estaba muy feliz ya que tenía una silla de montar más comoda sobre Nidrak*-- Ya no tengo miedo de que se caiga mi tío abuelo--
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--Buen viaje --*me deseo lady Sansa*--
--No te preocupes --*susurre lo siguiente cuando la abracé*-- Pasaré dejando tu mensaje a tu madre y hermano-- *me separé de ella con una sonrisa*--
--Gracias princesa-- *susurro ella*--
--De nada --*Me subí al lomo de Nidrak*--
--¿Cómo se siente?-- *pregunto joffrey entusiasmado*--
--Increíble, SOVES!--
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Tras dar la orden Nidrak corrió un poco para luego alzar el bueno, le grite que más rápido y más alto mientras sonreía, ella lo hizo gustosa. Llegamos a Aguasdulces, la casa de los Tully en dónde estaba el ejército del Norte, sobre volé las torres llamando la atención de todos, finalmente aterricé en las puertas, los pocos guardias que estaban presentes se les notaba lo impresionados y asustados que estaban, me baje de la silla de Nidrak y les hable.
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--Traigo un mensaje para Robb Stark de la capital--*dije*--
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Dos hombres me pidieron que los acompañará y eso hice Nidrak se echó en la entrada a esperar que yo saliera, los hombres me llevaron a un salón donde estaban diferentes lores al rededor de una mesa con mapas, entre ellos estaba Robb, quien cuando me vio se sorprendió demaciado tanto que parpadeo varias veces. Un de los hombres me presento y todos los demás se me quedaron viendo.
