Capítulo 9

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Yibo juraba que jamás había dormido tan cómodamente.

Zhan estaba sobre el, abrazado de su cintura como si dependiera de eso y su cabeza recostaba por su pecho. Sus pelos castaños parecían nido de pájaros por lo despeinado y no podía faltar el hermoso puchero que mostraba.

Zhan se veía en paz y Yibo no quería despertarlo, rápidamente vio el reloj a su lado y gruñó. Eran las ocho de la mañana y era domingo así que se calmo rápidamente al recordar que tenía vacaciones por los próximos dos meses.

Cortesía de sus padres, ya que ellos alegaron que Yibo debería estar con Zhan y planear su futuro. Obviamente con calma.

Yibo sonrió con ternura al ver que Zhan se removia suavemente. Puso toda su atención en su omega. Era tan pequeño y podía jurar que no sobrepasaba el metro sesenta, todo lo contrario a él, exactamente con uno ochenta.

Pero joder, le jodia la cabeza de ternura al ver lo pequeño que era su omega.

- Buenos días A-Yi - susurro Zhan mientras estiraba sus brazos y piernas.

- Buenos días pequeño - Yibo acaricio el cabello despeinado del omega con una sonrisa. - ¿Cómo te sientes? - pregunto.

Zhan abulto sus mejillas inconscientemente.

- Bien - susurro. - Jamás me había sentido tan feliz-

- ¿Estás feliz?-

- Mucho, me siento como en casa-

- Estas en casa, desde ahora todo lo mío se convierte en lo tuyo - Yibo dijo con orgullo. - Mi omega-

El alfa tenía una adicción a ocultar su rostro en el cuello de su omega y eso lo habia descubierto la noche anterior. Ahora se encargaria de disfrutar los años de su vida con su omega.

- Zhan eres tan pequeño-

El omega se sonrojo y se dejo mimar tranquilamente.

Pasaron unos minutos en un cómodo silencio, en donde un alfa miraba el cuello de Zhan y el omega suspiraba satisfecho de la atención. No necesitaban hablar, estaban adormilados por recién despertar y querían estar un tiempo más en la cama.

- ¿Alfa? - la dulce voz del pequeño irrumpió de manera adorable el cómodo silencio.

- ¿Paso algo? - respondió aún sin salir del cuello en donde se encontraba cómodamente.

- Yo quería pedirte que ¡Oh Dios mío! - el grito del omega desconcertó al alfa. Haciendo que este saltara de la cama asustado. -¡No puede ser! - nuevamente el grito aturdio a Yibo.

- ¿Qué pasa Zhan? - trato de detener los movimientos apresurados del omega. - ¿Qué pasa bebé?-

El omega solamente buscaba unos zapatos con tanta desesperación que logró asustar al alfa.

- ¿Qué pasa? - el alfa se acercó y lo agarro de sus nerviosas manos. -¿Qué paso? - pregunto asustado.

Zhan se soltó del agarre y empezó a soltar ferormonas de desesperación logrando asustar y desconcertar a Yibo.

- Es muy tarde y necesito hacer el desayuno ¡No quiero ser castigado por mi nueva manada! Debo ser obediente para que me acepten, necesito bajar - el omega lo había dicho tan rápido que Yibo tuvo poco tiempo para asimilar.

Solo un cosa sabía Yibo y era que le jodia el alma al ver en que persona habían convertido a Zhan. Lo habían hecho alguien asustadizo y joder que odiaba a los Xiao.

Yibo sujeto al omega nuevamente de la cintura con ambas manos y lo atrajo a su cuerpo con suavidad, su rostro viajo a su cuello a dejar suaves besos sobre su piel.

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