Renacimiento en los 70s ( 2 parte)

Capítulo 263

Después de quedarse en la fábrica hasta el mediodía, Tao Zhi arregló las cosas y mañana también será la directora de este departamento.

Después de estar ocupada durante mucho tiempo, recordó que Wu Xiumei había desaparecido.

Se sintió un poco culpable, después de todo, le habían presentado el trabajo y no se había dado cuenta cuando se marchó.

Cuando salió de la fábrica, Tao Zhi fue a ver a Xie Yan, habían acordado ir a ver la casa juntos, y en ese momento Xie Yan tenía tiempo.

Cada vez le resultaba más incómodo conducir, ya que su barriga era demasiado grande y, aunque el coche era espacioso, no siempre le parecía suficiente.

Cuando Tao Zhi condujo hasta la compañía aérea, aparcó el coche en la puerta y se limitó a esperar a que Xie Yan saliera.

Muchas personas salían ahora de la fábrica una a una, y Tao Zhi se quedó en la puerta observando.

Todos los empleados de la aerolínea iban vestidos de azul, y uno a uno fueron saliendo de la fábrica en ese momento, muchos de ellos con una sonrisa en la cara.

Pero en esta fábrica había más hombres que mujeres.

Tao Zhi miraba fijamente, temiendo que Xie Yan hubiera pasado de largo y ella no lo hubiera visto.

De repente alguien puso una mano en su hombro, Tao Zhi miró sorprendida y vio a un apuesto Xie Yan.

El se reía, y le empujó enfadada: "¿Cuándo has salido?".

¿Cómo no se había fijado en él? ¿Cuándo se acercó por detrás?

Xie Yan sonrió descaradamente: "esposa, ¿a quién estabas mirando hace un momento, tan embelesada?".

Tao Zhi se rodeó el pecho con los brazos y su tono fue un poco tenso: "Estaba mirando a un hombre guapo".

Xie Yan se rió a carcajadas: "Sabía que me estaba mirando".

Taozhi le dio un codazo: "Vamos".

Xie Yan se apresuró a seguirla, y Tao Zhi fue directamente al lado del pasajero, realmente no quería conducir de todos modos.

Este tipo estaba conduciendo, ella quería tomarse un descanso.

Xie Yan sonrió acaloradamente, abrió la puerta del conductor y se sentó dentro.

Taozhi se abrochó el cinturón, pero Xie Yan no se movió y siguió mirándola.

Los ojos de Xie Yan eran de adoración: "esposa, mírate, hoy has hecho las cosas muy fácilmente".

Tenía una sonrisa en toda la cara, con ese brillo luminoso.

Bueno, supongo que así es como se podría describir.

De todos modos, su esposa era excelente.

Taozhi le miró: " Así es".

Aunque ya tenía una fábrica en Ciudad An, era sorprendente que pudiera alegrarse de ser directora de almacén aquí.

Tal vez fue porque, este lugar estaba cerca de Xie Yan, y el único lugar que era el hogar era donde estaba Xie Yan.

Cuando estás cerca de casa, tienes un sentimiento de pertenencia.

Se apresuró hacia el frente: "Jajaja, eso sería genial, tendré que cocinar algo delicioso para mi esposa más tarde para celebrarlo".

Tao Zhi lo miró con una sonrisa, y la felicidad de Xie Yan se mostró en su rostro, porque estaba feliz de saber que su negocio estaba hecho.