Relato 2

284 22 0
                                    

- ¡No! Me niego a dejarte marchar -esa niña, con ricitos de color caoba y ojos miel me agarraba la pierna mientras repetía esa frase una y otra vez.

-Me tengo que ir -me agacho para abrazarla. Esa inocencia y dulzura ya no forman parte de mí.

Miro a mi alrededor, estaba en una habitacion rosa, llena de peluches y flores.

-Es hora de crecer -suspiro y la niña, tan preciosa con su vestido de flores, me entrega un muñeco.

-No te olvides de quién eres -rodeo con mis brazos el muñeco, conteniendo las lágrimas y cerrando los ojos con fuerza.

-Se ha ido-susurro -Ya no hay marcha atrás.

Manual de un AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora