Manual de un Asesino

Tú

Sola en casa, encerrada en mi habitación como de costumbre.
Tumbada en la cama miro fijamente mi armario ¿lo habro o no?, al final me decidí, me levanto, abro el armario y saco esa prenda que tanto que trasmite con solo tocarla, que me hace volver al pasado y llorar con solo olerla y es que, esa sudadera, que me las has dejado tantas veces para no tener frio, esa sudadera que sin razón alguna te la pedía una y otra vez por que me hacía sentir segura.
La huelo y muchas escenas se me pasan por la cabeza, nuestro primer beso en la playa, la excursión a granada, la vez que se te cayó el helado y practicamentes nos pringamos mutuamente.

Sí, lo confieso, te extraño. Extraño tu sonrisa, la manera que tienes de reirte, esas arrugas que se forman en tu frente cuando te enfadas, tu mirada, esa mirada que me ponía los pelos de punta, que tanto me enamoraba.
Y aquí estoy, otra noche más tumbada en mi cama, pensando en tí e intentando volver al pasado para sentirte una vez más.