5

3.1K 109 5
                                    

Había pasado exactamente una semana desde que comencé a trabajar en esta rara casa, con ese raro chico y su rara hija, todos me ponía los pelos de punta. Aunque bueno, me he ganado un poco a Coral y espero seguir así, aun me da un tanto de miedo pero trato de que no se note frente a ella, en cuanto a Cornelio siempre es lo mismo, se va a trabajar todas las mañanas, regresa en el almuerzo y se va de nuevo para regresar en la noche, desde aquel encuentro super vergonzoso para mí no he hecho o dicho nada estúpido, aprendí que hacerlo me cuesta mi dignidad en esas paredes.

-¿No has hablado con él?--pregunto Tamara a mi lado

-No--dije--y no quiero 

-Pensé que lo vería en laguna fiesta por ahí pero tampoco lo he visto--dijo y metió la paleta que había comprado a su boca

-Tal vez este drogado en alguna parte--dije

-A lo mejor, Daniel siempre ha sido así--dijo 

-¿Piensas acompañarme hasta la entrada?--pregunte riendo 

-Si--dijo--quiero ver que tal viven los ricos

-Como ricos--dije y ella coloco sus ojos en blanco 

-Por lo que me has contado, siento que tu jefecito te tiene ganas--dijo riendo 

-No hables basura--dije--solo mes un arrogante que le gusta molestarme

-Shhh te podría escuchar de nuevo--dijo Tamara

-Aún me debes eso estúpida--dije y le pegue

Tamara me acompañaba hacia la casa de Javier, habíamos tomado un bus y caminábamos hasta llegar a la casa pues los buses no llegan hasta acá. Ella había comenzado a trabajar en un restaurante cercano así que nos servía la caminata a ambas.

-Vaya--dijo una vez llegamos--podría ser mi sugar daddy si quiere 

-Largo de aquí--dije riendo 

-Nos vemos--dijo y palmeo mi hombro--diviértete

Entre a la casa y subí las escaleras hacia el cuarto de Coral, abrí lentamente la puerta y la observe con sus auriculares mientras miraba el computador, coloco el dedo índice sobre sus labios indicándome que haga silencio, estaba en la escuela así que asenti. Decidí dejarla tranquila, iba retrocediendo y cerré la puerta levemente, me iba a girar pero coque con el pecho de alguien.

-¿No sabes lo que es el espacio personal?--pregunto bastante cerca de mi 

-¿Qué haces aquí?!--pregunte alterada y me separe lo más rápido de el 

-Pensé que era mi casa--dijo mientras escondía sus manos en sus bolsillos 

-Si bueno...--dije--olvídalo

-¿Quién era la chica con la que llegaste?--pregunto y lo mire sorprendida 

-¿Es parte del contrato espiar?--pregunte cruzándome de brazos

-Estaba en mi propiedad, tengo derecho a preguntar--dijo--así que ¿quién es?

-Es mi mejor amiga--dije rendida 

-Interesante--dijo--me voy, y mira bien por donde caminas--dijo pasando a mi lado y rozo su hombro con el mío 

Durante esta semana además de centrar mis ojos en la niña que es mi prioridad, no puedo dejar de pensar en la actitud de Cornelio, es tan raro y misterioso, además porque no se puede hablar de la madre de Coral, o porque el único retrato que hay está en el sótano, todo es tan confuso y me mata por dentro la curiosidad.

Horas después de que Coral acabara su sesión de la escuela, nos encontrábamos haciendo origami, primera vez en la vida que hacía esto.

-¿Qué tal?--pregunte enseñándole lo que había hecho

Mi Jefe Cornelio Vega +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora