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Al fin habia terminado lo que tenia por hacer, sin embargo no sabia que decir. No conocia en absoluto esa tierra y sus costumbres

-No lo se, no conozco este lugar - me limite a decir, de la nada el hambre llego a mi y mi estomago sono

-Mmm. . . preferirias ir a comer primero? yo invito.

- Como sea 

Intentó tomarme del brazo una vez más lo cual evite y se vio algo avergonzada

- lo lamento, puedo tomarte del brazo? Me sera mas facil dirigirte y pasar por las multitudes así.

Lo dude un momento, aunque en realidad no tenia muchas opciones, solo estire mi brazo un poco para que lo tomara, así seguimos caminando a una pequeña fonda que parecia ser la mas cercana

- Que suerte, esta vacia.

- Que es este lugar

- en mi opinion es el mejor lugar de comida que hay 

No tenia mucho que decir al respecto, me quede callado y entramos al lugar, donde emanaba un olor delicioso

- buen dia Satou

- buen dia señorita Jin, que gusto volverla a ver por aqui

Se acerco inclinandose y besando el dorso de la mano de la chica con respeto, y estrecho mi mano en manera de saludo presentandose a si mismo

- Rikidou Satou, hijo de los dueños de este establecimiento

- Katsuki, solo Katsuki

-Un gusto Katsuki

Nos dirigio a una de las tantas mesas y nos trajo lo que segun el hiba a revolucionar la cocina en el reino

Un platillo que brillaba en rojo y aun emanaba el calor de su coccion, en lo personal no considere la presentacion algo extraordinario y me miro esperando aprovacion de lo que hiba a probar

Era una explosión de sabores, sin dudas era de lo mejor que habia comido. A mi lado estaba ella con una expresion de pura felicidad y aun viendo al chico como si aun no prosesara lo que comia 

- Y que tal?

- Sin duda es maravilloso, no puedo creer que cada vez que vengo haz mejorado.

- me alegra que diga eso Princesa, y usted joven Katsuki?

- Opino lo mismo.

Despues mantuvimos una leve conversacion y al terminar el chico dijo que hiba por su cuenta, salimos con ella tomandome nuevamente del brazo y parecia estar dando el medio dia 

Sin embargo me dispuse a preguntar acerca de una duda que me invadio desde que escuche el termino

- A que se referia con princesa

- Lo notaste, asi me suele llamar la gente del pueblo. Aunque prefiero que me digan señorita. Solo que algunos insisten en hacerlo

- Y donde quieres ir ahora?

- A un lugar tranquilo, donde se puede descansar?

- Mmm. . .creo que tengo el lugar indicado

Volvio a caminar,  aunque ahora nos llevo a las orillas del pueblo pasamos por debajo de una especiede cueva de roca cubierta por enredaderas, al salir nos encontramos un gran campo de flores silvestres, aunque no paramos ahi, me llevo aun mas lejos, en un rio bajo un sauce, cruzo el río saltando por un camino de piedras y se sento en el pasto, apoyandose en la base del tronco haciendome señas para que la acompañara

- Que es este lugar? 

- Es donde suelo venir para descansar de todo, nadie lo conoce

-Y por que me lo muestras?

- Hay algo en ti que me da confianza, no se describirlo, solo sucede

Debia admitirlo algo similar pasaba desde que la conocí, me sentia en paz y calmado lo suficiente como para haber bajado la guardia desde que llegue y no haberlo notado

Me limite a recostarme en el pasto mientras que la sombra del arbol nos cubria, hablamos por unas horas, entre risas anecdotas donde dos desconocidos parecian haber estado juntos toda la vida, habia sonreido mas de lo habitual hasta que me dolio la cara y me quede dormido por el exausto camino de la mañana 

Al despertar ella ya no estaba ahi, estaba anocheciendo y una tela me recubria del frio, tome una nota que estaba a lado de mi, aunque por la oscuridad me resulto dificil leerla

"Lo siento por marcharme asi, tenia asuntos que arreglar.

Espero verte de nuevo, si necesitas mas comida le dije a Satou que tus platillos van por mi cuenta en manera de disculpa por lo que te hice pasar hoy. Quedate con la manta. Gracias por hacerme sonreir.

Pd. pasa por el medio del campo de flores, no te arrepentiras"

La guarde en mi bolsillo, doble la manta y la lleve conmigo, tal vez no era tan tarde para encontrarla en el pueblo. Aunque no fue asi, camine por un buen rato y no la encontre, debia volver con mis padres, o romperia el trato. De todas maneras ya no había nada que pudiera hacer

Emperador Por ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora