Muchas veces los fans de Fate hemos pensado en algo tipo "Ojala hicieran Servant a X personaje"
Algunos fans hemos ido más allá y hemos hecho nuestras propias fichas de fan Servants.
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"¿En serio pensabas que podrías invocar a un Archer realizando el ritual para invocar a un Saber sin catalizador? Lo siento, pero eres demasiado ingenua Tohsaka.
Ciertamente convertirme en tu Servant solo fue algo que mi verdadero Master decidió permitir para que pudiese infiltrarme de mejor manera en esta guerra del grial y cumplir mi objetivo.
...
Todo lo que conocías del Arquero de rojo ya puedes ir olvidando, ya me deshice de ese Origen Espiritual.
Esta es mi verdadera forma, la apariencia de cuando vendí mi libertad a cambio de salvar a otros.
¡Yo soy el guardián de la humanidad! ¡Aquel que limpia los desastres que los humanos causan!
Soy Emiya, el demonio que destruye a los males de la humanidad sin importar en qué forma se manifiestan. Y ahora, tú eres mi objetivo. Shirou Emiya"
Es el descendiente de una familia de magos de nicho que portaban una espada sagrada.
Esta familia de magos era una llamada Masamune, unos magos japones que se jactaban de portar la sangre de Susanoo-No-Mikoto. Buscaban alcanzar la raiz mediante la magia y la esgrima haciendo que sus descendientes se acercaran más y más a las espadas.
Aunque EMIYA nació con el origen de espada, no pudo despertarlo lo que le impidió ser el heredero de la famila.
Vivió alejado de la magia hasta un incendio ocasionado por la Cuarta Guerra del Santo Grial que mató a su familia.
EMIYA debia morir ese día, pero fue salvado por Kiritsugu Emiya lo que de forma indirecta despertó su Origen.
Participó en la guerra del Santo Grial junto con el Rey Arturo, pero aunque ganó, no pudo salvar a nadie.
Puso en práctica el ser un héroe justiciero, el sueño con el que muchas personas soñaban.
Detuvo a aquellos que usaban la fuerza para sus propios intereses. Creía que cualquiera que actúe desinteresadamente y se mantenga fiel a su ideal podría convertirse en una personificación de la justicia.
Se volvió un héroe conveniente que aparecía para ayudar a los necesitados y derrotar a los malvados lo que lo hizo un símbolo de esperanza.
Fue bendecido con amantes y con muchos amigos y aliados cercanos que le permitieron centrarse en sus ideales.
Y aunque parecía una vida soñada, no era más que una ilusión.
Era un criminal, un mercenario que actuaba por encima de la ley aplicando su justicia.
